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Un simple comentario para graficar esta peculiar situación que tan bien definiera el Senador Longueira, porque desde mi punto de vista la los hechos son mas que evidentes: este gobierno de Piñera se parece en un cien por ciento a un quinto gobierno de la Concertación y no lo que se supone este gobierno es o debería ser. Mientras tanto lo demas es un largo y repetido lamento de quienes votaron por la Alianza y que llegado el momento de gobernar, no les han dado la mas minima pelota y la torta se la repartieron unicamente entre los caudillos locales. En Rancagua la UDI se quedó con casi todo el pastel a repartir y lo peor, dándole cabida en el nuevo gobierno a algunos personajes ex-concertación, que mas que curriculum tienen prontuarios. Me imagino la desilusión de muchos pero un gobierno de la Alianza, fuerte, unido, trabajando codo a codo con los partidos sin exclusión, es una utopia impensada. Los partidos mayoritarios de la Alianza ( UDI y RN) en toda su historia nunca se han pescado ni en bajada. El propio Presidente se ha encargado de mantener un coqueteo continuo con la D.C. dejando en claro que del punto de vista politico, está mas cerca de esas que fueron su antigua tienda, que de cualquier arreglo con la UDI, partido del qie evidentemente desconfia mas de lo que confia. Las expresiones de Longuiera, evidentemente que para don Sebastian, deben no solo hacer que él reafirme aún mas su posición, sino que le tienen que haber caído como patada en la guata. Esto es lo que se dice ser victima de lo que se llama "el fuego amigo". La pregunta que hay que hacer ahora simplemente es: ¿alguien cree que esta situación puede cambiar?.

Lamento si desilusiono a alguno con mi pálpito, pero creo la misma no va a cambiar en lo mas minimo y habra que irse acostumbrando que este hecho politicamente es ya una cosa juzgada.