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Tengo matices respecto de la posición de mi amigo Eduardo Pinto.

Nadie puede negar que el Presidente Piñera, como por lo demás ha sido caracterísitico de cada uno de nuestros Presidentes de la República desde que el cargo existe, ha dado una impronta personal a su gestión, la cual por lo demás ha sido bien evaluada por la ciudadanía. Tampoco nadie podría negar esa impronta ha opacado el actuar de los partidos y movimientos políticos que lo llevaron al poder, a los cuales por lo demás tampoco se dio un espacio acorde al esfuerzo desplegado y, más aún, dentro del limitado espacio que los propios partidos tienen, éstos, al menos en el caso de nuestra Región, han privilegiado "colocar" a personas que no se han caracterizado precisamente por su consecuencia y/o trayectoria dentro de éstos.

Ahora, mi discrepancia respecto de Eduardo y de Longueira, así como del quejumbroso actuar de los partidos y movimientos que apoyan la gestión del Presidente, es respecto de la incapacidad manifiesta que han demostrado los propios partidos y movimientos para, independientemente de si son "citados" por el Presidente o Intendente, reunirse y tomar determinaciones como conglomerado.

Demasiado interés en saber de la "disponibilidad" de cargos, los cuales por lo demás los dirigentes de los partidos reparten "discrecionalmente" y de acuerdo a "criterios" no demasiado claros, ¡y ninguno por conformar una conglomerado político fuerte!, que independientemente de dar sustento y apoyo al Gobierno, también sea capaz de "pararse" frente a éste, es el problema.