A las 8:30 de la mañana, del viernes nos encontramos con el espectáculo de ver a cientos de adultos mayores esperando en las duras y cálidas veredas de la calle O’Carrol, hasta llegar a calle Campos e ingresar al recinto de Servipag. Varias Cajas de Compensación entregan allí los pagos a pensionados y montepiados de Rancagua y de otras comunas aledañas como Machalí, Cónico y Olivar, entre otras. A lo menos una hora deben esperar las más de 300 personas que colman la fila, de un total de al menos 2 mil personas que atienden durante esa mañana en un servicio de no más de cinco cajeros.
Ingresé al BancoEstado, a las 13:50 horas, para realizar un trámite bancario de lo más básico, cobrar un cheque. Y presencie un sistema de atención colapsado, la fila de adultos mayores y embarazadas con 30 personas y dos cajeros atendiendo. La fila de “atención de cuentas corrientes” con 30 personas y tres cajeros atendiendo. Pero en la fila más importante, la de todos, habíamos unas 90 personas esperando y era atendida por tres cajeros. Estuve una hora y tres minutos para realizar mi trámite, los rostros de las mujeres en la fila eran de cansancio y aburrimiento. Una sensación de estresarse en la espera de operadores que no dan abasto con la demanda de usuarios. Tomé con la mirada de corresponsal tres fotografías, dos a la fila y una a las cajas ,14 cajas y dos cajeros atendiendo a las más de 20 personas que aún esperaban a las 14:45 horas.
Un guardia me siguió hasta la puerta y me cerró la salida hacia la calle O’Carrol indicándome que no podía tomar fotografías en el banco, me identifiqué como corresponsal y que además realizaba un trámite bancario. No me permitió salir del recinto y llamó a más guardias de seguridad. Le indiqué que no había ningún aviso que prohibiera sacar fotografías y que me mostrara el cuerpo legal que me prohíbe hacerlo. Me sentí secuestrado, atrapado, impotente de no poder salir, le solicité que llamara a Carabineros que es la única autoridad que me puede detener y así lo hicieron mientras grababa para identificar sus identidades que ocultaban, me fui a la Gerencia y seguí grabando en video lo que me sucedía, en la Gerencia le expliqué la situación al secretario del Agente de la sucursal, a sabiendas que el guardia había llamado a Carabineros. Volví con el funcionario a la puerta de salida por O’Carrol y un grupo de cuatro Carabineros me indicaron que no podía tomar imágenes. Tuve que borrar todas las imágenes y el video de lo contrario me detenían y pasaba ala fiscalía local. Tuve que ceder ante las instrucciones del oficial a cargo del grupo y en presencia del Agente de la Sucursal, los guardias y otros ejecutivos de la sucursal de Rancagua.
Finalmente, hice ver mi disgusto por la poca eficiencia y la tediosa espera de un servicio congestionado por la demanda de usuarios que no son atendidos oportunamente por carecer BancoEstado de una oferta de cajeros acordes a la situación de los pagos y trámites de los usuarios en fechas de segunda a tercera semana de cada mes y que ocurre habitualmente. Pese a todos los esfuerzos que realiza BancoEstado de atención a los clientes, el servicio está colapsado y requiere un cambio en pleno siglo 21.