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Este síndrome generalmente está acompañado de fatiga, rigidez matinal, ansiedad, alteración del sueño y del estado de ánimo, entre otros síntomas.

También dificulta la calidad de vida desde una mirada biopsicosocial, es decir, existen problemas estructurales físicos, compromiso a nivel de sistema nervioso central y barreras para el desarrollo social. En nuestro país, en la actualidad, es una enfermedad que está luchando para ingresar al sistema de salud pública y las agrupaciones exigen una "Ley Fibromialgia’’ para tener una atención como se merecen.

Sucede que las personas que padecen fibromialgia, en un comienzo no saben lo que tienen y deben dirigirse a más de un especialista para lograr tener claridad de lo que les ocurre. Personalmente, investigando sobre esta patología en mi tesis de magíster, además, teniendo algo de experiencia clínica con estos pacientes y conociendo el testimonio de familiares que sufren y viven con esta enfermedad la solución al problema parece tener más de un camino.

El tratamiento va a acompañado de las creencias y pericia de las personas, ya que el dolor debemos entenderlo como una experiencia única y distinta en cada persona, por lo tanto, es un trabajo multidisciplinario que requiere una alianza terapéutica constante entre personas y profesionales, de esta forma el abordaje y las herramientas para manejar el dolor debe ser comprometido entre varios profesionales de la salud de forma coordinada para acompañar en el proceso a una persona con fibromialgia.

¿Te imaginas vivir con dolor todo el día?

Debe ser muy complejo, ya que como se mencionó, la percepción del dolor es individual, todos tenemos diferentes escalas, formas de sentir una experiencia desagradable y todas deben ser respetadas como tal. Por eso, estamos estudiando e investigando la mejor evidencia terapéutica disponible para poder aportar desde la Kinesiología a personas que viven con fibromialgia.

En la situación actual, en medio de una pandemia que perdura y disminuye de forma muy paulatina, el llamado es a tratar de aislar cualquier pensamiento negativo para eso debemos encontrar actividades que nos gusten, relajen y ayuden a subir el ánimo, es fácil mencionar y recomendar hacer ejercicio porque hace bien para la salud física y mental, pero la motivación es la que a veces falta para comenzar, por ello siempre debemos rodearnos de gente positiva, leer, aprender y no esconderse en una pieza oscura, por otro lado, también existirán profesionales que estarán dispuestos a orientar a quien lo necesite, por eso no hay que tener miedo en pedir ayuda.