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De acuerdo a los antecedentes que fueron investigados por la Fiscalía local de Rancagua, los hechos que dieron curso a esta indagatoria y posterior juicio oral, comenzaron a registrarse el año 2014, casi un año después que víctima e imputado iniciaron una relación sentimental.

En ese año el sujeto identificado como Boris Gutiérrez Dinamarca de 51 años de edad, agredió con un golpe de puño en el rostro de la víctima, provocándole que ésta perdiera una pieza dental. Esta violenta conducta siguió manteniéndose por los siguientes años.

Sin embargo el 20 de abril del año 2017 en horas de la noche, comenzaron a registrarse los hechos más violentos protagonizados por el imputado. Por cerca de 4 días, el sujeto estuvo amenazando de muerte y agrediendo constantemente a la mujer, con golpes de puño y pie, usando también elementos contundentes como un palo y un martillo, además de someterla a golpes de corriente en diferentes partes de su cuerpo, provocándole lesiones que incluso la llevaron a perder la conciencia.

El sujeto además, para evitar que la mujer saliera en su ausencia, la dejaba encerrada en el domicilio que ambos compartían, donde además sin su consentimiento, bajo amenaza y utilizando la fuerza, el imputado la violentó sexualmente en varias oportunidades.

Fue el día 24 de ese mismo mes, y durante un descuido del sujeto, que la mujer pudo finalmente pedir ayuda a un familiar, dando paso a la denuncia de estos hechos.

Cabe señalar que durante esos días, el imputado en dos ocasiones la obligó a usar maquillaje a fin de ocultar sus lesiones, para que la mujer en su compañía pudiera realizar trámites como giros de dinero que ella recibía de un familiar, pero que el acusado se dejaba para sí.

Tras el juicio oral llevado en su contra, la Fiscalía local de Rancagua, a través del fiscal Servando Pérez, consiguió que el Tribunal oral en lo Penal de esta misma ciudad, condenara a este sujeto a una pena de 18 años de presidio por el delito de secuestro con violación, además de otros 50 días por el delito de lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar.