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Osvaldo Salinas (37), tuvo que hacer un cambio radical en su vida, hace tres meses le diagnosticaron diabetes. Aprendió a inyectarse insulina y además modificó de manera radical sus hábitos alimenticios. Reconoce que no ha sido fácil,  para él la noticia fue un golpe duro, sin embargo gracias al equipo del Programa de Diabetes del Hospital Regional Rancagua aprendió, entre otras cosas, a controlar de manera efectiva la enfermedad.

 “Me enseñaron a inyectarme, tanto en los brazos como en el estómago, aprendí que debo ser muy riguroso con el tratamiento, porque o si no puedo desarrollar otro tipo de enfermedades, y no porque un día me sienta bien debo dejar de lado mis pastillas, en ese sentido me estoy cuidando mucho”, reconoce.

 Así como Osvaldo ha aprendido en este corto tiempo a controlar su enfermedad, hay otros que debutaron tempranamente con diabetes, es el caso de Marcelo González, publicista de 44 años, quien a los 18 recibió un diagnóstico, que por esos años sin los recursos y los avances médicos que hoy están disponibles, resultaba lapidario. Tras una serie de exámenes le dijeron que tenía diabetes tipo 1 y que debía inyectarse insulina de por vida. A pesar de que en los primeros años no asumió la enfermedad con el cuidado que ameritaba, con el tiempo comenzó a participar en actividades relacionadas con la diabetes, a informarse y a relacionarse con otras personas que padecían la enfermedad. Hoy, mucho más maduro se dedica a realizar charlas motivacionales, además creo el sitio midiabetes.cl [9], portal dedicado a difundir información sobre la enfermedad.

 Reunir ambas realidades, con más o menos experiencia en la enfermedad, fue posible gracias a una jornada organizada por el Hospital Regional de Rancagua, con el objetivo de celebrar el  Día Mundial de la Diabetes, el cual se conmemora cada 14 de noviembre.