Rancagua ha ido progresando lentamente. Desde su fundación realizada por Manso de Velasco en 1743, se ha estado implementando y potenciando con diversos organismos públicos, los cuales se han enfrentado con nuevas propuestas para que esta cuenca minera siga en proceso para lograr progreso.
Muchas han sido las acciones y varios han los mecanismos utilizados para llegar a ser lo que hoy somos y la forma en cómo nos presentamos al público; pero algo que me suele llamar la atención: la forma en que los sujetos que habitan estas calles toman parte de las decisiones que realmente nos importan.
Un caso polémico es el proyecto expuesto por los artistas regionales sobre la creación del teatro municipal, el que para mi tiene mucho valor porque no sólo brinda un espacio de trabajo para ellos, sino que también es una excelente manera de recrearse en comunidad.
Obviamente se requiere este espacio. La población entera debe poder disfrutar de las artes. Cuando digo esto no me refiero sólo a la posibilidad de observar las producciones de otros, sino que estoy hablando de ser capaces de ser gestores culturales en Rancagua.
Mi duda es ¿por qué no ha sido aprobado el proyecto?, ¿no es hora de que los aficionados y también la población proteste de una manera inteligente?
Hace tiempo yo pensé que nadie se iba a oponer con la llegada de esta edificación; mal que mal, querían un casino y ya lo tendrán y ¿por qué no un teatro? ¿Cuáles han sido las medidas que los artistas han tomado? Al parecer las juntas y las prédicas con las autoridades no han sido suficientes, ¿no habrá llegado el momento de hacer nuevas cosas?
Una acción que yo vislumbro, y que creo que nadie ha realizado aún, es la realización de obras de teatro, conciertos y todo tipo de manifestaciones en algún lugar estratégico, como por ejemplo es la Plaza de los Héroes. De esta forma, creo que se matarían 2 pájaros de un tiro: se realiza una protesta y acción ciudadana real y se crea la necesidad de un espacio para los artistas locales.
Necesitamos acciones concretas, necesitamos surgir como ciudad, debemos implementar espacios públicos. No es posible que hasta un pueblo aledaño - como es el caso de Rengo - tenga este recinto y nosotros - que somos capital regional - no lo tengamos.
Abramos nuestros ojos y protestemos de manera inteligente para que, por fin, seamos escuchados y nuestra ciudad sea una fuente cultural importante.