Hace meses era una cancha dura, con escasez de pasto, poco atractiva, deteriorada. Hoy la cancha del Estadio Guillermo Saavedra es una joya, de superficie sintética con los más altos estándares de construcción.

Gert Weil mira los trabajos desde el centro de la cancha, con satisfacción, dando las últimos instrucciones a sus dirigidos.Es increíble pensar que en tan pocos meses exista un campo de juego de primer nivel.

La cancha ya se encuentra marcada, hoy estaban instalando las capas de aserrín de caucho y posteriormente se peinará la cancha.