Si  bien el nacimiento de un hijo en verano tiene ventajas dadas fundamentalmente por la disminución de infecciones virales, hay una serie de consideraciones que son importantes tener muy presentes en este período. El doctor Raúl Vargas, Jefe de Neonatología de Clínica Tabancura, nos entregó las principales recomendaciones:

1)      La  termorregulación: Idealmente debe mantenerse al bebé a temperatura entre 20 y 24ºC en la habitación. Junto con eso es importante no exponerlo a corrientes de aire. En este tiempo, después de la primera semana, si su casa es muy calurosa, procure tener al bebé en una pieza más fresca. En general, un recién nacido necesita una prenda más de ropa que un adulto, idealmente de algodón y holgada. Si se mantiene en un ambiente caluroso o muy abrigado puede presentar sudamina, que es un salpullido en cara, cuello y parte superior de tronco que no es más que gotas de sudor atrapadas a flor de piel.

2)      La protección solar: No se pueden usar bloqueadores solares hasta el sexto mes de vida. Es necesario saber que no se debe sacar al bebe al aire libre entre 11.00 y 16.00 horas. Además debe circular por la sombra o cubrir al niño con una sombrilla. Además, no olvides, si lo llevas dentro de un auto, pone una sombrilla en la ventana donde está el bebé. Por último se debe tener presente que el agua, la arena, la hierba y la nieve reflejan los rayos solares.

3)      Hidratación: En este tiempo, el niño requiere más líquido por lo que no es raro que pida pecho más seguido para satisfacer sus necesidades de líquido o si recibiera  fórmula puede que le pida más.

4)      Sueño: En las noches muy calurosas pueden tener dificultades para conciliar el sueño, debes procurar tener la pieza algo más fresca y cubrirlo con ropa más ligera.

5)      Prevención de picaduras de insecto: Si estás en un lugar durante el verano donde  existan muchos insectos debes mantener su cuna con tul o mosquitero, lo mismo  si lo sacas de casa, procura vestirlo con ropa larga y tener el coche cubierto con un tul.