Tiempo en la naturaleza: Un nuevo paradigma para el pospandemia

25 Agosto 2020

Es importante comenzar a profundizar las maneras en que vamos a desestresar a nuestros jóvenes y niños quienes requieren de materias adecuadas para reponerse y comprender esta “vuelta a la calma”.

Alfredo Soto >
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En el transcurso de los últimos días y a pesar de las intermitentes pero abundantes precipitaciones de agua nieve, me dirigí, tomando todas las precauciones, a recorrer las zonas periféricas de la ciudad de Punta Arenas y así constatar el comportamiento de algunos ciudadanos, que tratando de mitigar las incomodidades del encierro permanente salían con sus familias a “dar una vuelta” en sus vehículos particulares.

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En dicho contexto, no fue difícil darse cuenta de cómo muchas familias se trasladaban tanto hacia el Cerro Mirador como así también hacia el sur, específicamente a las inmediaciones de Agua Fresca, Ríos San Juan y San Pedro, sitios que permanentemente son visitados por estar cerca de la ciudad y por sobre todo, porque tienen esa magia de conectar a las personas con la naturaleza.

Hace un par de años atrás veníamos conversando afanosamente de los comportamientos que debíamos tener frente a la gran preocupación mundial sobre el Cambio Climático y principalmente, de qué manera nos íbamos a ir adaptando no solo a las condiciones que nos presente el clima atmosférico sino a los efectos colaterales de permanecer siempre en un estado de tensión ante los eventos que ocurren en distintos puntos del Planeta.

Esto, ya que es una tendencia permanecer preocupados, sobre todo por los impactos que vienen a recaer sobre jóvenes y niños, debido a que ellos se sienten frustrados ante tanta noticia desalentadora relacionada a nuestro planeta. Hoy estamos viviendo y de manera muy intensa, el cumplimiento de normas sanitarias que, de nuevo, afectan a nuestros jóvenes y niños porque debido al confinamiento no cuentan con las posibilidades de conectarse con la naturaleza.

Este problema se venía abordando y ya se estaban presentando las señales suficientes para preocuparnos por los jóvenes y niños que estaban siempre conectados a las nuevas tecnologías, realizando pasatiempos indoors y cada vez más inmersos en un mundo digitalizado, rodeados del internet que obliga y lleva a ser menos observadores del mundo que nos rodea. Irónicamente, ahora es más probable que aprendamos cosas de la naturaleza justamente en un aparato tecnológico, en un programa de televisión, que a través de un paseo, algo tan sencillo como caminar por el bosque o desplazarnos por la playa en una costa fría y ventosa.

Actualmente, este fenómeno de "falta de naturaleza" se agudizará, pero debo decir que no estamos quietos, porque con algunos de mis estudiantes universitarios que están en pleno desarrollo de formación profesional y en el ámbito de la educación al aire libre, nos encontramos reuniendo información e indagando experiencias en otros países, con muchos intercambios y sugerencias sobre cómo enfrentar estos nuevos paradigmas de la educación. Es importante comenzar a profundizar las maneras en que vamos a desestresar a nuestros jóvenes y niños quienes requieren de materias adecuadas para reponerse y comprender esta “vuelta a la calma”.

Al parecer no sería conveniente que después de estos encierros vuelvan a encerrarse a los establecimientos educacionales, por lo mismo, es el momento de activar y potenciar todas las innovaciones en materias relacionadas con las artes, la música, la poesía, la pintura y principalmente, las excursiones a las áreas verdes. De manera consciente y tomando todas las precauciones porque así será de ahora en adelante, sin titubeos aceptemos que esta es la realidad a enfrentar y que el mundo no será igual como lo fue antes del mes de marzo.

De aquí para adelante se nos presentarán nuevos desafíos y quienes tenemos la misión de educar debemos estar prepararados, profesores y educadores debemos contar con que estamos hablando de la importancia de la naturaleza y de “recoger sus patas traseras para que, de un salto enfrentemos los nuevos desafíos de la educación”. No permitamos sentirnos victoriosos solo porque contrarrestamos la presencia de una pandemia y sus efectos, sino de sus aprendizajes para enfrentar de buena manera, el próximo desafío mundial que es la inserción a un nuevo paradigma, un nuevo mundo.