SERVICIO PAIS, aporte profesional y humano a las localidades más pobres

SERVICIO PAIS, aporte profesional y humano a las localidades más pobres

03 Diciembre 2011

Uno de los aprendizajes que los profesionales más valoran cuando egresan del programa, es la formación en habilidades sociales que reciben a través de la práctica de trabajar y vivir con comunidades en pobreza.

Rodrigo Jordán >
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La reflexión sobre las causas del fracaso de las dos primeras expediciones al Everest en las que participé, ha sido decisiva en mi vida personal y profesional. En la primera no logramos el objetivo y en la segunda, en 1986, perdimos a un gran andinista y amigo. En la montaña no hay mayor fracaso que perder la vida de un compañero.

Parte de la respuesta a la pregunta sobre porqué fracasamos, la obtuve después de la tercera expedición, que resultó exitosa: sin buscarlo específicamente, seleccionamos a un equipo que además de ser altamente competente en habilidades técnicas para la escalada, tenía extraordinarias habilidades sociales y humanas. Con el pasar de las semanas, nos dimos cuenta que mucho más que buenos escaladores, éramos un grupo de personas comprometidas con una causa, que estaban dispuestas a poner lo mejor de sí, a escuchar al otro, a trabajar en equipo, a aportar y aprender a la vez.

Desde esa experiencia que me marcó, he dedicado gran parte de mi vida profesional a impulsar el desarrollo de estas habilidades en los equipos de trabajo de instituciones de diversa índole. Hace siete años me uní al trabajo que desarrolla la Fundación Superación de la Pobreza, principalmente a través del SERVICIO PAÍS, y encontré en este programa, mucho del espíritu de compromiso sumado a la excelencia, en torno al cual venía trabajando hacía más de una década.

Uno de los aprendizajes que los profesionales más valoran cuando egresan del programa, es la formación en habilidades sociales que reciben a través de la práctica de trabajar y vivir con comunidades en pobreza. Llegar a un lugar donde nadie te conoce, comenzar a identificar líderes sociales, golpear puerta a puerta, ganarse la confianza de los habitantes de una localidad, planificar en conjunto con personas de culturas diversas y lograr concretar proyectos de desarrollo, son pasos obligatorios de cada profesional que llega al programa, proceso que luego, en el resto de su vida profesional, les permite adaptarse, relacionarse con diversos actores sociales, con autoridades, empresarios, organizaciones y personas.

El proceso donde adquieren estas valiosas habilidades, es una de las cosas que más me entusiasma del SERVICIO PAÍS, porque es un aporte real a la formación de buenos profesionales y de personas comprometidas con Chile.

Un profesional recién egresado o con poca experiencia está hoy en una encrucijada. Necesita trabajar, posiblemente quiera seguir formándose y además está ávido de adquirir experiencias profesionales significativas. El SERVICIO PAÍS es una opción extraordinaria para él.

Los profesionales jóvenes de Chile que tiene vocación solidaria, ganas de aprender y entregar, tienen durante este mes una nueva oportunidad de participar en esta experiencia. Quienes estamos cerca del sentido y desarrollo de este programa, sabemos que es una experiencia que deja huellas para toda la vida.

Decir "desde adentro", en este mes en que estamos convocando a quienes quieran participar,  que la experiencia de trabajar en SERVICIO PAÍS durante un año, cambia vidas, podría no resultar confiable por mi cercanía. Pero como los conozco y sé lo que logran día a día trabajando con las comunidades, digo que me habría gustado tener en mis dos primeras expediciones al Everest, escaladores que hubieran vivido el SERVICIO PAÍS.