Ser mujer: El feminismo como respuesta a la indiferencia histórica

07 Agosto 2020

Este gran movimiento feminista ha hecho sentir acompañadas a quienes ni siquiera se atrevían a hablar y ha propuesto tiempos, espacios y lugares para la erupción emocional. Porque haber nacido mujer fue haber nacido perdiendo dos a cero.

Matías Chávez >
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Hasta hace un tiempo atrás no comprendía porqué mis comportamientos eran tan extremos, no tenía matices y me costaba transitar entre estos polos para encontrar soluciones, o vínculos basados en la confianza.

En un proceso de introspección encontré una hipótesis que me desvela, y a la que día a día he podido sumarle más evidencias, por lo menos en mi vida. Mi exageración es respuesta a la indiferencia, a la invisibilidad, a la vulneración de derechos, a los prejuicios del autoritarismo adulto centrista.

El movimiento feminista enciende las redes sociales, y todos los fundamentos son tan emocionales, cada expresión, cada juicio tiene un valor personal incalculable, que al leer puedo llegar a sentir el miedo acumulado de tantas historias contadas y subestimadas, expresadas en rabia, ira y erupciones también. Y saben, cuando creciste acumulando, toda expresión es válida, es una catarsis de secretos en el colectivo. Este gran movimiento feminista ha hecho sentir acompañadas a quienes ni siquiera se atrevían a hablar y ha propuesto tiempos, espacios y lugares para la erupción emocional.

Hoy comprendo que el movimiento feminista es respuesta a la indiferencia, a la invisibilidad, a la vulneración de derechos, a los prejuicios del autoritarismo hombre centrista histórico. Si haber nacido mujer, fue haber nacido perdiendo dos a cero, hoy el movimiento feminista lo empató, y no tenía otra manera de irrumpir, es que después de tanta indiferencia, no hay matices, no hay temple, no hay moralidad, no hay reglas. Se toman decisiones intransables, es que no se tolera más lo que te hace daño.

Después de tantas energías acumuladas, la reacción no tiene matices, dicen las placas tectónicas, las ollas a presión, los volcanes, los adolescentes rebeldes y por supuesto las feministas de nuestro país.

Marcelo Bielsa nos pone un grano de esperanza: “Traguen veneno, acepten la injusticia, que todo se equilibra al final”. Feministas de Chile, Martin Pradenas y Hugo Bustamente ya tienen la condena social y ese, es un camino sin retorno.