¿Qué cante la vida? Alberto Plaza defiende a Carabineros: “La represión no solo es aceptable, sino que necesaria”

08 Octubre 2018

El artista volvió a manifestar su opinión a través de una carta publicada en El Mercurio.

Chile y el Mundo >
authenticated user Corresponsal

En el último tiempo, el cantautor chileno Alberto Plaza ha generado más discusión por su opinión con respecto a situaciones del país, que por su trabajo musical.

Esta vez, el autor de “Bandido” manifestó su postura respecto a los conflictos que han vivido Carabineros con estudiantes y los conductores de Uber.

Según sus palabras, publicadas este lunes en El Mercurio, estos enfrentamientos ponen “de manifiesto el debilitamiento del Estado de Derecho, con sus indeseables consecuencias”. 

“Hoy, los Carabineros están impedidos de ejercer un control efectivo de la violencia por temor a ser sancionados o incluso expulsados de la institución por ‘represivos’. Y aquí es donde está el gran malentendido. El concepto de represión no puede ser analizado con independencia del acto que se está reprimiendo“, complementa.

Plaza explica su punto, destacando que “si una persona está manifestándose pacíficamente en una marcha, reprimirla sería condenable, pero cuando lo que se está reprimiendo es un acto dañino y destructivo, como intentar prenderle fuego a un ser humano, la represión no solo es aceptable, sino que necesaria“. 

El artista responsabiliza la incapacidad de los uniformados de ejercer control a “los gobiernos de la Concertación, pero particularmente -y con observable negligencia- el de la Nueva Mayoría, les fueron quitando respaldo efectivo, porque algunos de sus integrantes o sus familiares habían sido víctimas de los abusos de la dictadura, de tal forma que ellos identifican todo acto represivo como algo malo”.

“Un ejemplo de esto es la inacción de la Presidenta Bachelet cuando debió haber ordenado la actuación del Ejército durante los saqueos en el terremoto del 2010. Ella asociaba la salida de los militares a las calles con la represión de la que había sido víctima bajo el régimen de Pinochet, de tal forma que no fue capaz de distinguir las diferencias entre un hecho y el otro“, sostiene.

“No es de extrañar, entonces, que si el Estado les quita el piso a las fuerzas del orden, el resultado sea, como no, desorden“, conclute Alberto Plaza en su misiva.