Los sims: Y no me refiero al juego

Los sims: Y no me refiero al juego

13 Noviembre 2020

Esta es una exploración media trucha por las palabras, palabras que tienen en común el prefijo sim. Es un ejercicio sin mucho rigor investigativo pero a modo de juego me parece que puede tener algún tipo de potencia.

Carla Novak >
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El prefijo sim viene del griego sym que significa con, juntos, a la vez. A veces se usa sin como en sincronía, que significa al mismo tiempo. Un tiempo Cronos, ese dios griego que personifica el tiempo lineal, cuantitativo, sucesión de hechos. Marca el inicio y el orden. Por miedo a que uno de sus hijos le quitara el poder, se los come a todos.

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Imagen representada en el famoso cuadro de Goya Saturno devorando a su hijo (Saturno es el nombre romano del mismo dios). Cronos es el tiempo que nos impone un orden y nos devora. Es lo eterno comiéndose todo lo perecedero. Existen otros dos tipos de tiempo, Aión y Kairós, que invito a googlear (además de todas las nociones que de aquí en adelante dejaré a medio explicar).

Volviendo al tema del prefijo sim, que es lo que me interesa, una de las palabras más populares que aparecen al pensar en este prefijo es símbolo, bueno, al menos es la primera palabra que se me viene a la mente a mí, falazmente asumiré que al resto de lxs humanxs también. Pensándolo etimológicamente sería algo así como “lanzar o arrojar juntxs”, es algo que va hacia afuera, que está en la exterioridad. Ese algo sería un signo, una imagen, que pone afuera una idea, representa una idea, una noción que varixs individuos son capaces de comprender. Podría ser algo así como “exteriorizamos juntxs una idea allí afuera”. No voy a pensar ahora, ni aquí, si esta exteriorización remite a algún tipo de interioridad localizable. En fin, su contrario sería lo diabólico, el diábolo, la división, lo que separa los sentidos, un lanzamiento opuesto, una mentira.

Después de símbolo, la segunda palabra que se me aparece es simpatía. Viene del griego pathos, estado de ánimo, pasión, emoción, sufrimiento (que es también la raíz de la palabra patológico). Simpatía sería algo así como sentir juntxs o sentir con, indicaría una afectividad común. Aquí se me cruza con la palabra compasión, que etimológicamente significa “padecer con”. Comparten esa raíz de pathos en tanto que pasión, padecimiento. Quizás la diferencia sea que en la simpatía la acción puede pertenecer a todxs los participantes, en cambio en la compasión, la acción corresponde al que se compadece, sobre alguien que solo padece.

Me gustan mucho las palabras simbiogénesis, simbiosis y simbionte, que, en el desarrollo de la bióloga Lynn Margulis, nos permite comprender la importancia de que exista diversidad de vidas. Allí donde prolifera la vida, hay distintas especies colaborando para que aquello ocurra. Todo ser viviente vive porque existe una comunidad de vivientes que hizo posible su vida, especies que se asocian, que cooperan para construir algo nuevo. Estas nociones desafían la idea de “la ley del más fuerte” de la teoría darwiniana clásica. No se trataría de que el más fuerte sobrevive, sino de que estas asociaciones entre las vidas es la fuerza que permite que se genere más vida. Mientras más diversidad exista, más posibilidades tiene la vida en el futuro, por eso debería preocuparnos las extinciones de las especies, la amenaza a la diversidad en todas sus formas y prácticas como el monocultivo o la cruza insistente y repetitiva de perros de la misma especie por parte de los “criadores”, por ejemplo.

Otro sim que tiene mucha relación con la simbiosis es la simpoiesis, desarrollada principalmente por la bióloga y filósofa Donna Haraway (a quien recomiendo leer fervientemente) en su último libro Seguir con el problema: Generar parentescos en el Chthuluceno. Poiesis es un vocablo griego que significa producción, creación, hacer. Simpoiesis, entonces, sería hacer-con, producir-con, crear-con. Esta idea desafía a la autopoiesis de Maturana y Varela: la vida no se define por la capacidad de los seres vivos de producirse a sí mismos, sino por la capacidad de producirse junto a otros. Importante para comprender esto será su noción de especies de compañía, desarrollada en sus libros Manifiesto de las especies de compañía y When species meet, en donde nos grafica que, querámoslo o no, estamos todo el tiempo haciendo-con otrxs, con otras formas de existencias, con otrxs especies. Sin ir más lejos, nuestro cuerpo está constituido y habitado por una serie de otras especies: bacterias, hongos, protistas, etc., que también colaboran para que estemos vivxs. Todos los seres vivos somos sistemas en apertura que necesitan del intercambio y la colaboración para poder existir.

Me parece importante recalcar que sim, si bien quiere decir con, juntos o a la vez, en ningún caso refiere a dos o más cosas que son lo mismo, que son iguales. En lo sim los diferentes se encuentran y algo pasa.

No puedo dejar de mencionar, a propósito de pensar “lo sim”, en Los Sims. Sí, el juego. Sin corroborarlo, asumo que su nombre es una abreviación de simulación. Pero este sim sí pretende una mismidad porque es una pretensión de parecer algo que no es por sí mismo, es la acción de imitar algo. Remite a que existe algo verdadero a lo cual aspira a parecerse. Viene de la palabra similar, que significa semejante, y no tiene tanto que ver con el prefijo sim griego (sym), sino que tiene raíz en la palabra protoindoeuropea sem, pero no ahí no me voy a meter. Así como simulación, también la palabra simulacro designa una falsificación, una realidad u objeto menos “verdadero”. Aspira a reproducir una mismidad y eso es contrario a lo que me gusta pensar con el prefijo sim. De todas formas, me dieron ganas de jugar el juego. Ampliaremos.

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