Hidroaysen y los Titanes del Ring

Hidroaysen y los Titanes del Ring

01 Junio 2011

La disputa entre el gobierno y la oposición sobre quién es más responsable en la paternidad de este proyecto, me recuerda a “Los Titanes del Ring”, aquellos heroicos gladiadores que, yo suponía, peleaban de verdad, pero que en el fondo sólo hacían un simulacro de lucha.

Edison Ortiz G >
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Era pequeño, estudiaba en la Escuela 20 y era común que en nuestros juegos aparecieran los personajes de este singular programa de TV que era el deleite de los pequeños que como yo que crecimos viendo en tele ajena (cuando se pagaba “por ver tele”) programas como este o “Los Bochincheros”. En fin, no sabíamos en aquella época que vivíamos en dictadura de la cual sólo teníamos conocimiento cuando cada cierto tiempo había una “operación peineta” de los militares en la población cuyo resultado era siempre el mismo: Todos nuestros papás detenidos con vacaciones un par de días en el Estadio El Teniente. Más tarde supe que aquel programa, y por supuesto todos nuestros héroe.

El Santo, Batman y Robin, Tarzán, El Ángel, etc. Eran sólo un simulacro que no representaban ni habían nunca, desempeñado una disputa de verdad: era todo un show televisivo, que sirvió más tarde para representar en el lenguaje popular, a través de esta imagen algo que sólo era una ficción, que no correspondía a la realidad, así como una situación ficticia, inventada por las partes para que, quienes la observarán, tuvieran la ilusión de que aquello era real. El fin era preciso: engañar al que mira.

Mientras el fin de semana veía en TV la disputa entre los próceres del gobierno y la oposición sobre quién es más responsable en la paternidad de este proyecto endemoniado – lo que denota el sentido de culpa e incomodidad que genera en ambas coaliciones políticas – me acordé de “Los Titanes del Ring”, de aquellos heroicos gladiadores que, yo suponía, peleaban de verdad, pero que en el fondo sólo hacían un simulacro de lucha, porque que lo real de la trastienda era que todos estaban de acuerdo y la pelea era sólo para la galería para los niños que, como yo, pensábamos que aquello era de verdad.

Seguramente así mira la clase política a la ciudadanía: “como niños a los que resulta fácil engañar”, mientras luego de la pelea televisiva, muchos de ellos irán a comer juntos, algunos inclusive están unidos por lazos familiares y como mucho se cobrarán sentimientos por los excesos cometidos al calor del debate: “se te pasó la mano en la tele conmigo”, dirá seguramente alguno. Aún recuerdo la alegría de Marco cuando al pasar por el CEP, y al contestar la pregunta por la viabilidad de Hidroaysén en un eventual gobierno suyo, dijo rotundamente “NO”. Muchos aún recuerdan la cara de Matte cuando oyó aquella respuesta, la única distinta a las que emitió el resto de los presidenciables que pasaron por ese examen empresarial. Allá afuera, en tanto, algunos de estos personajes como en “Los Titanes del Ring”, nos quieren hacer creer que pelean de verdad y que tiene diferencias de fondo sobre el tema...