Derecho al punto. Este Lunes 11 de Marzo, se cumplieron tres años desde que después de más de medio siglo, un representante de la centro – derecha asumió la Presidencia de la República, y obviamente esperaba el oficialismo, entiéndase como tal a la suma del Gobierno con los partidos y movimientos que lo apoyan, ¡echaran la casa por la ventana!, pero no para auto celebrarse, sino para agradecer a los millones de ciudadanos que hicieron posible tal triunfo, así como a quienes hicimos un trabajo de hormiga durante todo este tiempo para éste se alcanzara.

Y en vista de las cúpulas oficialistas no lo hicieron, quiero en lo personal agradecer a aquellos sobre los que pueda de alguna manera haber influido para durante 20 años votaran por los candidatos que representaban a nuestro sector, ya fuese a la presidencia, el parlamento y/o el municipio, a sabiendas del triunfo final sería producto de un trabajo metódico y de presentar proyectos claros y serios, y no simplemente de levantar candidatos “simpáticos” y hacer propuestas populistas. Aprovecho además de dar mis disculpas a quienes -con justa razón-, esperaban esta vez ser los “festejados”, y no quienes organizaran la fiesta.

Agradecer también a aquellos que durante esos mismos 20 años, se fueron sumando a nuestra causa, dado son los que nos permitieron superar el 50% requerido para elegir a un Presidente, mismo porcentaje que se necesitarà para uno de los nuestros llegue nuevamente a La Moneda,  y pedirles desde ya consideren al votar el próximo 17 de Noviembre los muchos logros del actual Gobierno, y pasen por alto las “desubicaciones” de nuestras cúpulas, como ésta, de no tener un mínimo de empatía y humildad para reconocer a los verdaderos gestores del triunfo logrado hace tres años.

Entiendo no tengo títulos ni posgrados como para las autoridades partidistas y menos de Gobierno, consideren mis análisis, pero de todas maneras diré me parece hemos perdido nuestra mejor (y tal vez última) oportunidad de levantar la mística y el espíritu de cuerpo de nuestros adherentes, efectuando actos masivos que pudiesen haber convocado unitariamente a todo el oficialismo, antes de se produzca la natural disgregación que se dará en vistas a las primarias del 30 de Junio, y no tan sólo entre los pre candidatos de la UDI y R.N., sino además dentro de los propios partidos, y que con seguridad tomarà tiempo revertir. Una disgregación que si bien es cierto no podrá evitarse, pero cuyos efectos si se podrían haber reducido al partir desde la base de todos, con distintos énfasis y a través de distintos candidatos, perseguimos el mismo fin; alcanzar el Gobierno por un segundo período, para dar continuidad a éste, en el afán de dar continuidad a su gestión, y sentar las bases para proyectar a Chile ya como un País desarrollado en la próxima década.

Pero independientemente de análisis más, análisis menos, reiterar mis parabienes a todos quienes hicieron posible este Lunes 11, autoridades y cúpulas celebren el triunfo que tanto… ¡a nosotros nos costó conseguir!