Un nuevo hecho de violencia sexual contra menores de edad quedó al descubierto, tras la detención del jardinero del recinto escolar Jaime Paredes, quien es investigado por la Fiscalía de Rancagua por abuso sexual y violación de cinco niños, de entre dos y cuatro años, del jardín infantil privado "Divina Providencia", en Rancagua.

Este sábado se llevó a cabo el control detención del imputado quien quedó bajo arresto hasta la  formalización de cargos que se efectuará este martes en el Tribunal Oral de la capital regional.

La fiscal del caso, Gabriela Carvajal, señaló que el Ministerio Público pidió la ampliación del arresto del acusado para permitir recabar más antecedentes. "Se amplió la detención hasta el día martes para formalizar al imputado. Hasta el momento de cinco víctimas, cuatro presentan lesiones de violación y una por abuso sexual, el resto de los menores serán sometidos a diversos peritajes para determinar si hubo o no violación."

Sobre la posible responsabilidad del jardín infantil "Divina Providencia", la fiscal señaló que "son diligencias que estamos realizando para saber si las personas del recinto estaban en conocimiento de los hechos, pero aún no se ha determinado", sostuvo.

Carvajal informó que el jardinero trabajaba hace 13 años en el lugar, sin embargo la investigación está enfocada a los 40 pequeños que, en total, pudieron ser violentados sexualmente.

El subprefecto Hugo Ruiz de la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones (PDI), explicó que "todo esto parte por una denuncia que hace una de las apoderadas del jardín infantil de Rancagua, en razón que su hijo de dos años y ocho meses le revela que habría sido víctima de abuso sexual por el Tío Jaime".

Por su parte, la subdirectora del jardín infantil, Laura Lantadilla Amarantto, realizó un mea culpa por lo sucedido en el recinto. " Somos responsables, porque estamos a cargo (ella y su hermana) de menores de 6 años. No cometimos el delito, pero sí somos responsables por ser las dueñas del lugar", sostuvo.

Los apoderados del jardín infantil adelantaron que presentarán una querella contra las dueñas del recinto educacional por su presunta responsabilidad en estos hechos. A su vez, acusaron a la directora y subdirectora, Edda Lantadilla y Laura Lantadilla respectivamente, por "no haber hecho la denuncia cuando correspondía y por  tratar de ocultar la información".

"Ambas personas (las hermanas directoras), actuaron con total indolencia, no nos prestaron ayuda de ningún tipo. Ni siquiera preguntaron cómo estaban nuestros hijos, luego de confirmar lo que sucedió", indicó la mamá de uno de los menores afectados.