Un salón auditorio municipal repleto de estudiantes pertenecientes a colegios municipales de Rancagua recibió con mucho entusiasmo y curiosidad al ingeniero agrónomo, doctor en ciencias naturales, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez Quezada, quien realizó una interesante exposición sobre el cambio climático.

 Representantes de las academias científicas y grupos medioambientales de los colegios municipales de la comuna eran los invitados a esta actividad, junto a sus profesores y directores, la que fue organizada por el Departamento de Educación Extraescolar de la Corporación Municipal de Rancagua, unidad dirigida por la profesora Patricia Soto.

 En el mes del medio ambiente, esta unidad, ha organizado actividades para crear conciencia en la población, a partir de los más pequeños, generando en los colegios una cultura de cuidado del medio y de responsabilidad frente a los recursos naturales.

 La presentación del experto fue amena, didáctica y muy ilustrativa respecto del problema de grandes dimensiones que enfrenta la humanidad, al ver cómo se agotan –sin vuelta atrás- los recursos naturales, especialmente algunos tan elementales como el agua bebible, o el aire que respiramos, dañado por el CO2 que día a día y minuto a minuto enviamos a la atmósfera.

 El profesor de la Universidad de Chile partió explicando que en la época de los dinosaurios, hace 65 millones de años, la tierra era más caliente. Hoy, con 15 grados de temperatura promedio, estamos en un sitio privilegiado, pero el calentamiento global está produciendo un desequilibrio que de seguro puede acabar no con el planeta, si no con la humanidad como especie y con todos los seres que habitan en este lugar.

 Cada minuto se extingue una especie en el planeta, señaló Santibáñez; y por cada ducha o salida en auto, por nombrar algunas actividades cotidianas, estamos expulsando co2 a la atmósfera y esto es un ciclo imparable, difícil de terminar, dada la explosión demográfica que sufrió el planeta, la revolución industrial y los altos índices de consumo. Toda una cadena de demanda, producción y consumo, que los miles de millones de habitantes del planeta no podemos romper. Somos demasiados y el planeta se agota.

 Se derriten los hielos, se acaba el agua; no hay alimentos para tantas personas; no hay energía suficiente; producir desmesuradamente bienes nos lleva a los altos niveles de contaminación, en consecuencia, las próximas generaciones podrían ser testigos de una debacle a nivel planetario.

 Es por eso que el experto felicitó a los estudiantes que han elegido participar en academias científicas y grupos medioambientales, y los llamó a difundir la necesidad de que cada uno aporte con un cambio sustancial en la conducta frente al planeta y al medio que nos rodea en general.