Un análisis del endeudamiento de Estados Unidos equivale a contar plata delante de los países pobres. Las imágenes con montones de billetes verdes representan los 14 billones de dólares – 14 con 12 ceros- que acumula la deuda que motivó el round del Presidente Obama en el Congreso. Finalmente, el gobierno fue autorizado para aumentar el déficit fiscal, evitando así caer en una moratoria de pagos, pero debe reducir los programas sociales y abandonar la idea de aumentar los impuestos.

El costo político afecta el liderazgo de Obama y su intento de reactivar la economía norteamericana, dañada por la crisis financiera del 2008 debido a la especulación bancaria asociada a las hipotecas inmobiliarias. No es un modelo para exhibir en la pasarela económica.

Cara y sello de la política

El debate parlamentario en torno al endeudamiento reveló que más al fondo de los partidos Demócrata y Republicano existen dos visiones ideológicas sobre el manejo de la riqueza en el sistema capitalista de Estados Unidos. Según el “New York Times”, una de estas corrientes postula que el Estado debe contribuir al bienestar social mediante la captación de excedentes de los sectores más exitosos de la economía.

La visión contraria defiende el derecho a disfrutar los bienes legítimamente ganados por el esfuerzo personal o empresarial, al margen de intervenciones superiores que restringen la libertad.