Dos auxiliares del Hospital de San Fernando reciclaron materiales y crearon un huerto floral

08 Junio 2018

Las auxiliares decidieron comprometerse con el medio ambiente a través de la reutilización de insumos en desuso. 

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Gracias al desarrollo de las “buenas prácticas laborales” a través del reciclaje y del cuidado del medio ambiente, dos funcionarias del Servicio de Lavandería del Hospital San Fernando se organizaron e idearon un proyecto que les permitirá generar un espacio para recreación en su lugar de trabajo: un huerto floral. 

Fue así como Margarita Alvear y Gema Ibarra, auxiliares de servicio del centro asistencial, decidieron acercarse a distintos servicios del hospital para solicitar materiales que no estuvieran en uso como camillas para recién nacidos, “pallets”, etc., y gracias a la colaboración de algunos funcionarios, pudieron habilitar este espacio en el cual abundan las flores de todo tipo y las hierbas medicinales como la menta, ruda, etc. Y de ser un sector agreste, pasó a ser un lugar con la armonía necesaria y “ad hoc” a la protección del medio ambiente. 

Reducir, reutilizar y reciclar

Esto nació porque Gema quería tener flores en este lugar que estaba, digámoslo, sin vida. En base a eso nos preguntamos por qué no buscamos la forma de poder crear un huerto. Entonces vimos unas cunas que estaban inutilizadas, las tomamos, las acondicionamos y le pusimos flores”, señaló Margarita Alvear, quien acotó que se hizo toda una limpieza sanitaria a dichas camillas para reutilizarlas, “las higienizamos, conseguimos bolsas de plástico para la filtración, compramos la tierra de hojas y por supuesto las flores”, agregó. 

Si bien en un principio les tomó tiempo desarrollar este proyecto, el resultado es más que satisfactorio: “queríamos tener un espacio para poder salir de la monotonía laboral, y hoy lo tenemos… hay que cuidarlo de ahora en adelante”. 

Por su parte, Gema Ibarra manifestó que gracias a este huerto, pueden tener un lugar “agradable. Desde el interior de Lavandería ya no se ve un espacio de puro cemento, ahora hay flores, plantas, hierbas naturales que incluso ocupan los jóvenes de los talleres; incluso para mí ha sido una terapia generándome un cambio de rutina ya que el servicio tiene una alta demanda laboral, es como cuando uno jardinea en la casa, se siente más relajada… y quedó un sector bonito y armonioso para el hospital, comprometido con el medio ambiente”. 

Según la Dirección de Trabajo, la implementación de buenas prácticas constituye una oportunidad de cambios en las relaciones laborales al interior de la organización y se espera que sean compartidas por los trabajadores para que se sientan partícipes de las mismas y que estas, finalmente, contribuyan a fortalecer el ejercicio de los derechos laborales. La implementación voluntaria de buenas prácticas en este ámbito refleja una mejor gestión de los recursos humanos, la presencia de un clima laboral positivo y la disposición para una mayor participación de los trabajadores en la institución.