Nuestro país se encuentra frente a la mayor encrucijada de su historia. A un paso de convertirse en una sociedad desarrollada, con un alto ingreso per cápita y una sólida política macroeconómica, que le ha permitido mantener estándares de crecimiento bastante más parejos que muchos países europeos y asiáticos, se encuentra, al mismo tiempo, entorpecido por una política medioambiental que no logra convencer, con una matriz energética sucia y con un alto costo económico y de emisiones, además de una sociedad civil mucho más consciente, empoderada y activa, que expresa su voluntad de avanzar hacia un desarrollo sustentable respetando los equilibrios naturales. Ya en 2005, un informe de la OECD sobre la política medioambiental de nuestro país expresaba que “la institucionalidad y normativa ambiental es insuficiente; que las normas no se fiscalizan adecuadamente; y no existen políticas fiscales que permitan internalizar los costos ambientales que genera el modelo económico”, y aunque hemos avanzado en dicha senda, mucho nos falta todavía por legislar y fiscalizar. Necesitamos profundizar, en el área regulatoria, las normas ambientales por sector productivo, dando mayor capacidad ejecutiva a las áreas fiscalizadoras de dichas actividades. Pero sin duda, creo que lo más importante es desarrollar una política fiscal compatible con la protección del medio ambiente, y que involucre a todos los sectores de la sociedad; una política global, que respete y proteja su entorno. Incorporando herramientas y técnicas eficientes e innovadoras, responsables con el entorno. Así crearemos una sociedad más equilibrada, que garantice el desarrollo y crecimiento social en forma sustentable. Lucía Muñoz Sandoval Candidata a Diputada primarias R.N. (distrito 33)