Reconocer el rezago de O’Higgins: Para luego lograr una coalición transformadora y verde

Reconocer el rezago de O’Higgins: Para luego lograr una coalición transformadora y verde

25 Noviembre 2020

Estamos dispuestos a jugar un rol principal en la política regional; apuntando al mejoramiento de la participación democrática en los distintos niveles, que afecta directamente a la calidad de vida de las personas y sus derechos sociales.

Esteban Valenzu... >
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En el Índice de Desarrollo Regional 2019 que hace una década produce la Universidad Autónoma la región ha caído desde la mitad de la tabla a la antepenúltima en las siete dimensiones que se miden, con graves rezagos en bienestar económico por la extendida falta de sindicatos y malos salarios de la agriculturas, mediocridad en los indicadores compuestos de educación y seguridad ciudadana, y entre las peores en medio ambiente por la calidad del aire y falta de parques, entre otras.

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Lo anterior nos obliga a promover una Coalición Amplia Transformadora Ecodesarrollista ciudadana, la que a través de convenciones programáticas comunales y provinciales construya un programa detallado para que un movimiento potente logre gobernar la región donde converjan partidos consecuentes, movimientos sociales y ciudadanos.

Ante la urgencia que demanda la situación de crisis existente en el país y la región, tenemos un claro compromiso con un proceso de transformación económica, social y política para superar de manera gradual pero continua el actual orden injusto y desigual. Para ello debemos construir respuestas eficientes y efectivas para los desafíos que se plantearán a un gobierno regional de amplia base ciudadana.

En la región de O’Higgins vivimos una crisis política, social, económica y sanitaria, que pone en relieve las desigualdades y falencias el sistema neoliberal y sus consecuencias negativas para la mayoría de la población, privada de la satisfacción de muchas de sus necesidades básicas; lo que pone en relieve el desafío de realizar un cambio profundo en la forma en que la sociedad produce y se reproduce.

Estamos dispuestos a jugar un rol principal en la política regional; apuntando al mejoramiento de la participación democrática en los distintos niveles, que afecta directamente a la calidad de vida de las personas y sus derechos sociales; objetivos que deben compatibilizarse con la meta de dar inicio a un nuevo modelo de desarrollo regional humanista y respetuoso del medio ambiente en sus diversas dimensiones. Seremos un gobierno cada vez más de la comunidad en la entrega de servicios públicos, y teniendo a la vista ese horizonte trabajaremos estrechamente vinculados con las municipalidades, sea cual sea el signo político de sus alcaldes o alcaldesas, para para acercar el servicio público y el gobierno regional a la comunidad.

O'Higgins tiene particularidades geográficas, sociales y económicas en sus distintas zonas urbanas y rurales, que la definen como una región minera (por la actividad de El Teniente), agroindustrial, forestal, turística y pesquera artesanal. Su producción es principalmente primaria y con bajo valor agregado, con una fuerte dependencia de la región Metropolitana en aspectos financieros, comerciales y culturales.

Se visualizan en la región diferentes realidades en zonas urbanas y también rurales, cuyos problemas y necesidades se entrelazan, y desde ambas realidades emerge el descontento y las inequidades. Entre los problemas comunes que existen en toda la región están: el uso abusivo del agua dulce, la sobreexplotación de la tierra cultivable, los efectos indeseables del monocultivo y las plantaciones industriales, la disminución de la agricultura tradicional, el uso indiscriminado de pesticidas y otros químicos dañinos para la salud humana y que intensifican el deterioro de los ecosistemas naturales.

Los derechos fundamentales de las personas son vulnerados de diversas formas, por malos servicios de saludos, educación o justicia, carencia de infraestructura pública, trabajos precarios de temporada y mal remunerados, discriminación hacia las mujeres y violencia doméstica y déficit de vivienda digna; entre otros problemas.

Tenemos un fuerte compromiso con la vida política, para desconcentrar la administración del Estado regional, las actividades económicas y sociales privadas y comunitarias de la región; propiciando políticas públicas más adecuadas, transparentes, creíbles y ajustadas a las realidades locales y regional; con una visión diferente de la que han proyectado antes los partidos tradicionales, impulsadas desde los territorios y para los territorios provinciales y comunales.

El polo opuesto del rezago es la potencia de la región y la fuerza de sus comunidades y tradiciones, el alma profunda de Chile en los valles del Cachapoal y Colchagua; y la belleza incalculable de su borde costero de Cardenal Caro que debe ser tesoro de vida y cuidado ambiental para toda la región y viga maestra de desarrollo sustentable para nuestro territorio. La amabilidad y solidaridad de la vida rural y urbana y su acogida constituyen los mayores valores junto con su patrimonio social, físico y cultural y de la región “Espíritu de Chile”.

La diversificación económica para empleos de calidad, el empoderamiento social y microempresarial, el viraje a economías verdes y solidarias, la cohesión social para enfrentar la inseguridad, y la colaboración, participación y paridad en todas las dimensiones de la gestión, son los ejes para superar la grave crisis que deja la pandemia y las profundas brechas y heridas sociales que desnudó el “despertar social”.

Nos comprometemos a la más estricta probidad, austeridad, espíritu de buscar pactos sociales y ambientales multiactoriales para encarar los graves problemas del agua, el empleo, la pobreza rural, así como la criminalidad y narcotráfico que se abate en amplias zonas urbanas.

Algunos de los compromisos explícitos a empujar con colaboración amplia y trabajo conjunto con el Consejo Regional y otras regiones para lograr la anhelada ley de rentas regionales en la cual las empresas extractivas paguen por los recursos naturales para diversificar nuestra propia economía (CODELCO, forestales, eléctricas, macro exportadores agro-industriales).

La búsqueda de colaboración activa se extenderá sin distingos y clientelismo a los municipios, consejos de la sociedad civil, empresarios, sindicatos, universidades y ONGs del mundo social y ambiental, para de este modo lograr pactos de gobernabilidad amplia en tiempos reconstituyentes para Chile.

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