Columna: Señor Hinzpeter: ¡Renuncie, Hágalo por Chile!

Columna: Señor Hinzpeter: ¡Renuncie, Hágalo por Chile!

09 Enero 2012

"El gobierno tiene una credibilidad que raya en la nada misma. Ante esa evidencia, Piñera debiera ser más listo y asumir que lo que tiene ya no es un Ministro del Interior, sino que uno del In-TERROR". Lee aquí la columna de Jaime Caucao.

Jaime Caucao >
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Naturalmente, el título de esta columna es una ironía. Se me ocurrió mientras estaba revisando escenas de la película “Machuca”, de Andrés Wood, y me encontré con una donde muestran al niño Infante leyendo las portadas de los diarios de la época (estamos hablando de 1973), y La Segunda titulaba esto mismo, invitando a Salvador Allende a dejar de ejercer su cargo como Presidente de la República. La prensa al servicio de la derecha conspiraba, incitaba a la sedición, dividía, sembraba la odiosidad y el terror hacia un gobierno que, le guste a quien le guste, estaba por generar en Chile los mismos cambios nuestra sociedad aún demanda.

El TERROR siempre ha sido una herramienta para la derecha. Vive y sobrevive del miedo. Lo predica y lo practica desde todos sus credos, acusándolo en los otros pero negándoselo a ellos mismos: otros son los que aterrorizan, ellos son los aterrorizados. De ahí mismo su falsa moral, su fariseísmo. El doble estándar que tanto apuntamos con el dedo en la sociedad chilena es, en mi opinión, una herencia de la derecha y las diversas formas que han empleado para “mandar”, desde el patronazgo hasta la Iglesia, pasando por los salones del Congreso, donde han conspirado desde que descubrieron que no eran mayoría, pero que tenían que imponerse al precio que fuera.

 El TERROR, sin embargo e irónicamente, es también su propia condena: viven aterrorizados de perder sus privilegios económicos, sociales, sus membresías, así que a partir de ese terror se organizan en torno a la defensa de sus intereses. Eso es todo, no hay más misterio. Salvo, claro, el interés que muestran por expandir sus negocios e invertir en zonas donde puedan chupar toda la sangre al menor costo posible.

Actualmente, Rodrigo Hinzpeter es el encargado de orquestar ese TERROR, de ponerlo sobre la mesa, de construirlo, de venderlo. No por nada, una de las bases sobre las cuales la derecha apuntaló su discurso de campaña, apuntaba a “terminar con la puerta giratoria de la justicia”, “darle real seguridad a la gente de bien”, “acabar con la delincuencia”. Es decir, el “enemigo interno” andaba suelto por la calle y era necesario ponerlo tras las rejas. Encarcelar al traficante de las poblaciones, aún cuando sus hijos compran y consumen en los barrios altos. A los encapuchados y violentistas, aún cuando ellos pagaron con la sangre de tres mil chilenos el costo del actual modelo social, a los mapuches, aún cuando fue el Estado Chileno el que envió a los veteranos de la Guerra del Pacífico en misión de “Pacificar a la Araucanía”, operación militar que fue un genocidio y significó el desplazamiento de cientos de familias mapuches que fueron despojadas de sus tierras.

Hinzpeter necesita hablarle a sus bases a través del TERROR. Que ese 30% de apoyo en las encuestas no desaparezca. Necesita dar señales comunicacionales: “estamos trabajando”, “estamos persiguiendo a los marxistas, a los inútiles subversivos”, “estamos metiendo gente a la cárcel”. Que ese tercio de opinión, que se nutre del mismo terror con buenas cuotas de ignorancia, no los abandone en el buque. Por eso es que Hinzpeter cada día se parece más al Alfred Hitchcock de la política chilena, pues se esfuerza por construir un relato, construir una trama donde los malos estén bien expuestos ante las cámaras de las prensa. El estudiante que se toma su colegio pidiendo una mejor educación, el encapuchado que lleva bombas molotvs en la mochila, el mapuche que corta los caminos, el trabajador que organiza una huelga con el sindicato, todos ellos están en el mismo saco y son los “agentes del terror”. Hay que encarcelarlos.

Esa satanización que la derecha hace de todos los disidentes de sus credos, la vivimos día a día en la prensa. La vivimos durante la campaña por el plebiscito del Sí y el No, cuando su franja de propaganda televisiva mostraba a los disidentes de la DICTADURA (porque FUE UNA DICTADURA, con todas sus letras) llegando a las concentraciones con las mochilas llenas de bombas incendiarias, rompiendo la señalética, montando barricadas, y luego, en contraste, estaban ellos con una sonrisa de oreja a oreja, llenos de paz y amor ofreciendo un país de progreso. El lobo vistiéndose de oveja.

¿Por qué debe renunciar Hinzpeter? Por la simple razón de que ya es un lastre para el propio gobierno. Ha perdido mucha credibilidad desde el falso “Caso Bombas”, donde hizo el hazmerreír al perder todas sus pruebas. Sus “informantes”, los mismos que ahora invoca, dieron cátedra de inoperancia. Quedó como un sádico al ordenar una violenta represión sobre los estudiantes durante las marchas del 2011 (que entre paréntesis, volverán). Se ha ganado la odiosidad en las redes sociales con su “Ley Hinzpeter” y ahora, con su acusación desmentida (o al menos puesta en tela de juicio por los mismos bomberos de Carahue) queda en un nuevo ridículo. En las redes sociales, ya se habla de que en día de Reyes Magos, un buen regalo para Hinzpeter sería un terrorista, porque por más que se esfuerza en encarcelar uno, parece un chamán persiguiendo fantasmas.

El gobierno tiene una credibilidad que raya en la nada misma. Ante esa evidencia, Piñera debiera ser más listo y asumir que lo que tiene ya no es un Ministro del Interior, sino que uno del In-TERROR, en lucha contra un terrorismo sin terroristas. Su labor ya no es un activo para La Moneda, sino que un peso que deben salir a explicar y justificar una y otra vez. Hinzpeter se ha mostrado absolutamente errático y populista en sus decisiones, poco serio, pues si salir a decir a los cuatro vientos que hay ataques terroristas en los incendios de Carahue sin esperar la investigación oficial no es una irresponsabilidad, entonces tampoco Piñera tiene claridad respecto a cuál es la forma en que quiere gobernar el país.

Comentarios

Imagen de Hugo Alberto

sr . Caucao, respetuosamente

sr . Caucao, respetuosamente creo que su comentario es tendencioso, con mucho odio y resentimiento acompañado con los íconos de la izquierda tradicional y que se refiere a la derecha detrás de la prensa,  por lo que tampoco estaría de acuerdo con su visión política y distorcionadora de la realidad, coincido si en una cosa, ya no me agrada hinzpeter para lo que queda de gobierno,  debería pensar en renunciar, ha habido errores y también evidente abuso del gobierno contra la población (estudiantes)  en honor a la "seguridad", creo que es demasiado gris en el gobierno, no deja crecer al país como dijo alguien antes, se ha caído y se las perdonan todas, se reafirma al país la oligarquía y que el amiguismo está sobre los intereses nacionales.

Por otra parte ya cumplirá dos años en el gobierno y este, no muestra señas de recuperación de imagen política ante la opinión pública, (incluso aunque lo estuviera haciendo bién en cifras), en resumen, si no se cambian figuras claves del gobierno en estos dos últimos años, la población no verá ningún cambio y la imagen pobre del gobierno de estos dos primeros años, se mantendrá hasta el final, ya que no habra diferencia para el cuidadano común, ni menos si el ministro de hacienda sigue esquilmando a la clase media, obligandola a pagar el impuesto específico (transitorio).

Un momento crítico para el gobierno y es ahora donde debe ser capáz de reinventar su imagen y para ello es necesario ( y lamentablemente en muchos casos ) cambiar a personas, creo que es sano y es una herramienta legal que nos brinda el sistema democrático.

Y ojalá que los que lleguen, traigan una marraqueta bajo el brazo.

saludos

 

Imagen de Sergio Aravena Flores

No puedo estar más en contra

No puedo estar más en contra del contenido de este artículo tan cargado de resentimiento, sectarismo ,prejuicios  y añoranzas de un pasado que esperemos nunca se repita. El Ministro del Interior ha cometido grandes aciertos así como errores, pero es indiscutible que su propósito no es ser popular sino velar por la seguridad pública y la tranquilidad de los chilenos, que hemos sido enfrentados a una serie de movimientos y manifestaciones sociales, legítimas, pero infiltradas y cargadas de violentismo innecesario y riesgoso.

Felicito al Ministro del Interior, esperando que su posición y la del Gobierno ante el terrorismo y la delincuencia se endurezca, ya que debemos cuidar la integridad y paz de la gente honesta que e sla gran mayoría, en vez de manipular el respetable tema de los derechos humanos en favor de delincuentes y anarquistas. Derechos Humanos si, bien , los apoyo, pero prioricemos a la gente civilizada, a los que han sido víctimas de hechos repudiables, a niños inocentes, gente violentada. Para los delincuentes, cárcel y penas más duras por favor (y no es ser violador de derechos humanos o partidario de abusos o de una dictadura, como nos suelen caricaturizar a los que deseamos orden y seguridad)

Imagen de Flavio Galasso

En Chile no existe el

En Chile no existe el terrorismo, a lo más hay actos vandálicos, y este gobierno (y especialmente Hinzpeter) ha demostrado gastar todo su tiempo y esfuerzos no en hacer crecer a este país y a sus ciudadanos, sino más bien en buscar enemigos donde no existen, velar por el "orden"...¿Es lo más importante? ¿No será que el "desorden" tiene raíces en la desigualdad social y la segregación? Pues es así, usted habla de endurecer las penas, pero las cárceles están sobrepobladas, hay que atacar las reales raíces del problema, lástima que hacer eso afecta los intereses de todos los emparentados y amigos de nuestra clase política, pues para eso se necesitarían reformas tributarias, políticas y sociales que ninguno de los de arriba está dispuesto a tranzar ¿Por que? Por dinero.

No es solamente Hinzpeter o Piñera, son todos. Simplemente más bajo que los que acabo de nombrar no se puede llegar, pues en ese caso, ya no estaríamos en una democracia, como fue hace no muchos años.

Imagen de Maria  Silva

Las verdades duelen,  tal vez

Las verdades duelen,  tal vez por eso no está de acuerdo.

Imagen de Roberto Caupil

Muy de acuerdo con el

Muy de acuerdo con el comentario

Imagen de Sergio Aravena Flores

si "las verdades duelen" por

si "las verdades duelen" por eso "no estaria de acuerdo con el artículo", entonces ¿Todos los que estàn en contra de las medidas o dichos del Gobierno es porque el gobierno dice verdades y les duelen?. Solo juegos de palabras para "demócratas relativos".