Claramente los candidatos en competencia son dos competitivos, dos medianos y cinco menores. El problema es que de las competitivas hay una que está más cerca del mediano que de la más competitiva.

Cuando en Chile tenemos segunda vuelta, los candidatos intentan por lógica acercar a los votantes de los demás candidatos a sus candidaturas, partiendo por quienes tengan una mayor cercanía a su sector político.

Así vimos en 1999 como Joaquín Lavín buscó solo los votos de Arturo Frei, el humanista cristiano, mientras que Ricardo Lagos se fue con los votos de Gladys Marín, Tomás Hirsh y Sara Larraín, logrando hacerse de la presidencia.

En 2005 tuvimos a Michelle Bachelet atrayendo la votación de Tomás Hirsh, mientras Sebastián Piñera hizo lo propio con los votos de Joaquín Lavín. Sin embargo, Michelle y Hirsh sumaban más.

En 2009 vimos como Sebastián Piñera, solo contra candidaturas de oposición ajenas a su sector derechista, solo vio la esperanza en los descontentos de Marco Enríquez-Ominami la posibilidad que sus votos, como fue con los de Arrate, se fueran hacia Eduardo Frei. Así ganó.

Estamos en una disputa aún más cerrada en estas elecciones 2013. Sin embargo, hoy tras el debate de la ARCHI considero que las posibilidades de la derecha se fueron a las pailas. Se esfumó cualquier intento de ser competitivo. De haber segunda vuelta, cosa que dudo mucho, ante el nivel de los candidatos competidores, sería claramente entre una Michelle Bachelet bordeando el 49% y una Evelyn Matthei bordeando el 30%.

Que votos podría atraer Evelyn en un eventual ballotage?. En la práctica, ninguno, ya que en el debate mencionado cerró todas las puertas a su más cercano rival, con quien debiese tener mayor cercanía ideológica, Franco Parisi, que tras las denuncias hecha por la candidata oficialista respondió: "por ningún motivo apoyaría a Matthei. No confío en ella".

La abanderada de la UDI, la que habla y después piensa, nuevamente no supo contener su lengua y responde que: "debo agradecer que no me apoye porque me preocuparía muchísimo si lo hace”.

Ahí se cierra la posibilidad de subir cierto % en una eventual segunda vuelta, ya que Parisi era el único candidato cercano al sector de derecha que tendría con su cerca de 10% la posibilidad de mejorar las condiciones de la candidatura oficialista. Pero ella, su boca, y su ego, no lo permitieron.

Jocelyn-Holt e Israel, también podrían ser cercanos a la ideología, en el mismo debate Tomás Jocelyn-Holt dice que no cambiaría la Constitución, poniéndose de inmediato del lado conservador, mientras que Ricardo Israel habló en todo momento del fortalecimiento de la familia, algo que siempre le ha preocupado a Piñera. Sin embargo, como sumados no llegarán al 1%, difícilmente serían votos útiles para una candidatura que se oponga a la Presidenta Bachelet en una segunda vuelta.