Transmisiones deportivas: ¿Tan chica es la pantalla?

Transmisiones deportivas: ¿Tan chica es la pantalla?

10 Noviembre 2020

Este sábado 7 de noviembre, se marcó un breve hito en cuanto a transmisiones deportivas por televisión abierta se trata. TVN programó un partido de fútbol femenino de primera división.

Francisco Herrera >
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Este sábado 7 de noviembre, se marcó un breve hito en cuanto a transmisiones deportivas por televisión abierta se trata. TVN programó un partido de fútbol femenino de primera división. En una pantalla chica en dónde apenas se puede acceder a un par de partidos del fútbol profesional adulto masculino y transmisiones acotadas de selecciones de fútbol nacionales, la tarea sigue siendo importante, más aún teniendo en cuenta que en 2023, se llevarán a cabo los juegos Panamericanos y Parapanamericanos en el país.

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La difusión del deporte en Chile sigue siendo un problema que tiene dos aristas principales para analizar. La primera y más evidente, es el escaso acceso que existe para observar diferentes deportes en televisión abierta, pues como es de esperarse en un país donde la gran mayoría de los aspectos de la vida social se rigen por las leyes del mercado, las transmisiones deportivas están monopolizadas por canales de cable por medio de señales “Premium”, vale decir, una doble barrera para su acceso. No basta con contratar un cable operador, sino que, además, se debe pagar un “pack Premium” con acceso a los canales que transmiten los eventos deportivos en vivo en la mayoría de los casos.

Un segundo punto relevante, se vincula al escaso conocimiento que se expresa, no quiere decir que no exista, dentro del periodismo deportivo en televisión abierta, más allá de lo que implica el fútbol masculino. Los bloques deportivos de los noticiarios en muchos casos se basan tan sólo en noticias que atañen a esta disciplina y poco se da a conocer de otras ramas y deportistas a menos que consigan algún logro que sea “digno” de ser difundido. ¿La lógica será eternamente que sólo se debe mostrar aquél contenido rentable? Si es así, entonces que exista mayores garantías para que medios independientes puedan difundir contenidos que son de interés social, mas no necesariamente económico.

Sobre este segundo punto, en torno al conocimiento expresado dentro del ámbito del periodismo deportivo, existe otro factor que es aún más preocupante. Muchos periodistas deportivos, relatores y comentaristas, están configurando la difusión deportiva en torno a lo que ellos consideran y creen que debe ser, alejando la difusión de un análisis o entrega de información, cambiándolo por un espacio de opiniones subjetivas, en muchos casos sesgada, que ponen al emisor como protagonista y no al mensaje que se busca entregar. Una especie de caudillos deportivos que mayoritariamente no aporta y también en muchos casos, desinforman y confunden por la escasa preparación que evidencia el hablar “en caliente”, desde lo que creo y no desde lo que analizo.

Urge por tanto una reconfiguración de los espacios que propician la difusión del deporte, lo que puede justamente repercutir en una ley de medios que no sea tan prohibitiva con los espacios independientes, permitiendo generar nichos de difusión, a falta de espacios formales en la pantalla chica, que sean capaces de responder a la necesidad de conocimiento y aprendizaje que justamente los medios pueden propiciar en torno al deporte.  

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