Las lecciones que dejó el humillante 8 a 1 en contra de O’Higgins

25 Enero 2016

¿Qué hacer para levantar la moral del equipo? ¿Cómo recuperarse de una goleada de proporciones? La tarea de Arán es difícil, pero tranquilos que recién vamos en la segunda fecha.

Juan Ignacio Martin >
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No es necesario recordar cada uno de los goles que tuvo que sacar Jorge Carranza desde su pórtico, ni menos todas las posibilidades que se generó la Universidad de Chile a la hora de enfrentarse contra la defensa de O’Higgins y menos es necesario ver una y otra vez el marcador final.

Tras el 8 a 1 en contra de los celestes, es necesario sacar lecciones rápidamente y de alguna forma dar vuelta la página.

El equipo de Cristián Arán se vio superado por los azules y durante la semana tendrá que trabajar en los errores que lo llevaron a sufrir una humillante derrota.

¿Qué hacer para levantar la moral del equipo? ¿Cómo recuperarse de una goleada de proporciones?, estas deben ser las preguntas que tiene el novel técnico y que es necesario responder rápidamente,

O’Higgins debe atacar como lo hace siempre. Ayer tras el gol de Lezcano, automáticamente perdió la posesión y se fue hacia atrás. No hubo vértigo, ni presión. Viendo el partido desde afuera, el gol tempranero le hizo muy mal a los celestes, puesto que perdieron las ganas de ir al ataque y comenzó a automáticamente a refugiarse atrás.

O’Higgins debe mantener la intensidad durante todo el partido y creer que se va empatando cero a cero hasta el minuto 90.

El vértigo que ofrece el equipo de Arán se vio superado por los contra golpes de la Universidad de Chile. Hace mucho tiempo que no se veía una defensa tan mal parada y en donde muchas veces eran dos celestes contra cuatro azules. Incluso, Carranza no tuvo responsabilidad en ninguno de los goles. Se debe trabajar de mejor forma el retroceso y las dinámicas de posición de la escuadra, para no dejar despoblada la zona defensiva.

Psicológicamente debe decirles a sus muchachos que recién va la segunda fecha y que jugar como el primer partido del torneo es lo que deben buscar sus pupilos. El juego del domingo fue un oasis, algo que nunca más se debe repetir y sí imitar el nivel de la primera fecha. Los jugadores tienen el talento.

Aún se puede salir campeones, las posibilidades están intactas. Es necesario darle la confianza a cada miembro del plantel que participó de este oscuro episodio y hacerles entender que cuando las cosas salen mal, salen muy mal.

El domingo 31 de enero es el momento para mirar adelante. La víctima será Iquique y eso los jugadores lo saben. Desde el minuto 1 la historia se empieza a cambiar.