Desde el mismísimo título de su última novela, la escritora Rosa Montero da cuenta de la soltura y la libertad con que enfrentó su escritura. Una pluma con mucho oficio que, sin embargo, decidió esta vez pasar por sobre sus propias reglas y dejar que su último libro se convirtiera en su compañero de ruta, en un espacio muy especial de su vida: el duelo. Para ello se acompañó de otra viuda, una viuda singular a la que sacó del molde de la científica excepcional para convertirla en una mujer doliente y amante: Marie Curie.

Las dos veces premio Nobel, enfrenta a un lector y una lectora que se conduele de ambas – de Rosa Montero y de Marie Curie- y que entiende que en ese dolor nos hermanamos.