El líder del movimiento progresista, Marco Enríquez-Ominami, junto al vicepresidente del Partido Progresista (PRO), Camilo Lagos y las comisiones de Medio Ambiente y Energía del PRO, llamaron al Presidente de la República a revertir la construcción de la central Termoeléctrica de Campiche, luego de conocerse los cables de Wikileaks que revelan que el ex embajador de Estados Unidos habría presionado para su aprobación. Los progresistas argumentaron que los primeros afectados con la construcción del proyecto serán los vecinos de Puchuncaví, por eso enviaran un oficio a la Contraloría General de la República para que se aclaren las circunstancias en que fue aprobado tal proyecto. Enríquez-Omiami planteó que “las revelaciones aportadas por el sitio web Wikileaks respecto de las gestiones de los gobiernos de Estados Unidos y de Chile para la aprobación de la central térmica Campiche son incuestionables, repudiables, pero son lo que son: la herramienta elegida por autoridades, lobbistas y empresas eléctricas nacionales y de Estados Unidos para la expansión de sus negocios en el país”. El líder progresista recordó que mientras fue diputado por esa zona ya había manifestado su repudio a la aprobación del proyecto en conjunto con los vecinos. “Llamamos directamente al Presidente de la República a condenar estos actos y a tomar medidas sobre la construcción de Campiche por el bienestar de los vecinos de Puchuncavi y el medio ambiente. Además ya estamos iniciando las gestiones para que la Contraloría investigue el caso”, dijo. A su vez Camilo Lagos, explicó que la información conocida por Wikileaks da cuenta de la forma de actuar de las empresas eléctricas y carencia de regulación por parte del Estado chileno, sumado a “la complicidad por parte de los funcionarios del Estado, cuando la normativa impide la ejecución de megaproyectos de alta rentabilidad privada y altos costos sociales y ambientales, como la instalación de centrales contaminantes como Campiche”. Según los expertos de las comisiones de Energía y de Medio Ambiente los afectados serán principalmente los vecinos de Puchuncaví, pero también el ecosistema y la democracia. Además rechazan de manera absoluta, por inmorales y atentatorias a la democracia, las acciones realizadas por la empresa AES-GENER, los ministros y funcionarios del gobierno anterior, así como el lobby desarrollado por hoy altos funcionarios de gobierno para torcer la mano de la justicia e instalar la central térmica Campiche. Por último, Camilo Lagos argumentó que en Chile es necesario adoptar una verdadera política energética y considerar una más que urgente normativa ambiental para la evaluación de megaproyectos energéticos. “Hoy, apelar a que los proyectos cumplan ‘la legislación vigente’ no sólo no sirve para cuidar el medio ambiente, la salud de la gente y la credibilidad del país en el concierto internacional, sino que además ésta es pisoteada por lo primeros en llamar a hacerlas cumplir”, señaló. Más información en: www.losprogresistas.cl