Región de exportación

26 Enero 2006
Dos artistas de la Sexta Región ganaron la tercera versión del Concurso de Alfombras Guatemaltecas. La actividad fue realizada en El Palacio Vergara de la ciudad de Viña del Mar.
Mariely Mardones >
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¿Quién dijo que en Rancagua no hay artistas?, o que ¿los premios culturales no se vienen a casa?; la realidad es completamente opuesta.
Creo y espero que estas frases ya sean cosa del pasado; hasta hace algunos años se pensaba que esta rica zona a nivel cuprífero y agrícola sólo era conocida por esas bondades y que los temas culturales quedaban en la capital o en ciudades conocidas por el desarrollo social, como es la porteña.
Sin embargo, hace ya un tiempo los rancagüinos de corazón estamos tratando de doblarle la mano a estos mitos callejeros y estamos dando a conocer y promoviendo el trabajo artístico y cultural de nuestro coterráneos.
Es por esto que en esta ocasión no debemos dejar pasar el trabajo realizado por Carlos Valenzuela y Maximiliano Sepúlveda, provenientes de la localidad de Lo Miranda, quienes obtuvieron el primer lugar en la tercera versión del Concurso de Alfombras Guatemaltecas.
Ellos participaban por primera vez en este tipo de certamen, y más aún nunca habían desarrollado la técnica. Según cuenta Carlos Valenzuela, no habían trabajado con aserrín y sólo se les ocurrió porque lo vieron en una revista de viajes. “Improvisamos la técnica; en el certamen nos entregaron bolsas con aserrín y colores y nosotros trabajamos con lo que sí teníamos que eran moldes y plantillas para realizar figuras”, dijo.
La alfombra mágica, porque gracias a su realización los ganadores se llevan un premio increíble a Guatemala y a los principales sitios arqueológicos mayas, tenía una mezcla de figuras mapuches y mayas, lo que evidencia la convivencia de nuestras culturales y la suma de colores que proporcionan alegría y una combinación perfecta de gusto y limpieza.
El concurso, que duró 7 horas el día viernes y 6 el sábado, fue una larga maratón, puesto que al pasar de un día a otro debían antes de irse a descansar tapar los trabajos y dejar las alfombras impregnadas con agua.
Esta exposición estuvo hasta el día domingo y lamentablemente se convirtió en una demostración de arte efímero, puesto que no había forma de guardar algún retazo de obra. “Al final lo único que nos quedó son sólo fotos, porque era una alfombra con aserrín, por ende, no había forma de guardarla. Lo que sí queremos ahora es realizar la misma alfombra en Guatemala como una forma de devolver el cariño”, asegura Carlos.

Comentarios

Imagen de Soraya Olivo

Mil felicitaciones para

Mil felicitaciones para estos maravillosos artistas. Me siento orgullosa y feliz por ellos.

Soraya Olivo