ESCUCHE: Highway 61 Revisited de Bob Dylan

ESCUCHE: Highway 61 Revisited de Bob Dylan

15 Julio 2007
Transformando las convenciones artísticas de la época, esta placa, de un folk furibundo y eléctrico, logró ganarse un lugar entre los imprescindibles de la música popular.
Sebastián Ruiz-Tagle >
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Era el turno de la joven promesa del folk, la expectación se apoderaba de los presentes, y un enrarecido soplo primaveral se dejaba percibir por aquella noche en el Newport Folk Festival, el evento magno que reunía a las figuras más descollantes del movimiento que dominaba la escena musical estadounidense y que hacía temblar a las cúpulas políticas. De un momento a otro, lo que se suponía serían aplausos cobraron la forma de iracundas rechiflas. Bob Dylan tocaba, tras sus lentes oscuros, como si nada, hacia relinchar su Fender eléctrica mientras la multitud se preguntaba que habría pasado con la, para ellos, sacrosanta guitarra electroacústica. Los más ortodoxos miraban con recelo e incredulidad la herejía. La impensada banda acompañaba, y con estilo, a un indiferente Dylan que hacía lo suyo, como convencido, desde su posición mesiánica, que hacía lo correcto, de que en algún momento la humanidad se lo agradecería.
Ese mismo año, 1965, lanzó al ruedo su disco Highway 61 Revisited bajo el mismo paradigma que meses antes había generado repulsión. Se convertiría en la bisagra que uniría, en eterno sacramento, al folk y al rock, una fórmula que se replicaría en formas variadas a lo largo de las décadas postreras. El disco es un vagaje por las largas y sinuosas carreteras del ser, se muestra el espíritu translúcido y desprendido de la época, ese mismo que plasmarían los beatnicks en sus obras, andares polvorientos e inciertos, el gusto indescriptible de tentar al destino, de incitarlo a develar los profundos y desconocidos parajes, los caminos ocultos por donde circula la verdad última de las cosas.
Entramos por la puerta ancha, nos empapamos del espíritu de la carretera cuando se nos recibe con Like a Rolling Stone, una canción que aparte de ser el testamento de los sesenta, cambiaría de forma definitiva la forma de interpretar y de entender el folk. Bob Dylan ya no era sólo un cantante de música de protesta, era, en sí mismo, una protesta, era el icono representativo de una filosofía cuyo mandamiento ineludible sería “andar como un completo desconocido, como una piedra rodante”.
A continuación tres canciones del disco:
Like a Rolling Stone

Ballad of a thin man

Highway 61 Revisited

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Comentarios

Imagen de jose grio frio friiños

like a rolling stone

like a rolling stone posiblemente una de las mejores canciones de la humanidad