El profesor Carlos Poblete nos entrega una nueva columna de polìtica. Esta vez, realiza una critica a los partidos politicos.
Titulo Exterior:
Política, políticos y elecciones: ¿Cuál es el rol de los partidos?
El profesor Carlos Poblete nos entrega una nueva columna de polìtica. Esta vez, realiza una critica a los partidos politicos.
Desde los ilustres pensadores griegos que se dice que el hombre es un animal político. En verdad y rigor histórico esa condición es desde siempre,desde que el hombre inició su camino planetario en busca del sustento. Va contra natura hacer apostasía de esa impronta.
Las culturas más antiguas registran los intentos de la especie humana por la organización comunitaria, según su instinto gregario.
Surgen estas razones como una necesidad de rearfirmación de la política, ante el embate que hoy existe contra ella en la sociedad chilena. Hago su defensa. Libero a esta ciencia de toda culpa. El arte del excelso pensar que la política es, no es responsable de la invectiva injusta que a ella se hace. Sin política es imposible la vida humana y la de toda especie sobre la faz de la tierra.
En honor a la justicia la crítica y la reprobación debiera ser contra quienes han desnaturalizado, hasta por inconfesables intereses a la " madre de todas las ciencias "; Los llamados políticos.
Reclamo que hoy los partidos han dejado de cumplir su rol esencial de formar a sus integrantes,han dejado de ser escuela sistemática de doctrina y de la noble praxis. También la institución escolar ha abandonado esa responsabilidad ciudadana histórica.
Hay que formar políticamente a todo ser humano para que la sociedad en la que vive sea mejor. Alguien debe cumplir ese indispensable rol,sin abstraerse nunca de la ética.Es cierto que hay necesidad de una profilaxis,de un saneamiento,de una asepsia social para extirpar a todo sujeto mal nacido que emponzoña a la madre ciencia. Hay analfabetos políticos,y también de escolaridad, enquistados en cargos de " servicio " público. Los primeros no deben estar,salvo a los notables y cultos autodidactas.
Si de servicio se trata hago algunas preguntas y formulaciones, a propósito de justas electorales :
¿ Qué tal si todo postulante y luego ya elegido hace renuncia de, a lo menos un tercio o más de las llamadas dietas,viáticos y otros ingresos que todo cargo de representación en exceso tiene ?
¿ Qué tal si ninguno de esos personajes puede ser reelecto por un período igual en un mismo cargo ? Y, ¿ Qué tal si se establece la revocabilidad de los mandatos de modo que toda promesa no cumplida signifique la automática dejación de un cargo por estafar la fe pública ?
Veríamos, entonces, cuántos reales y verdaderos servidores públicos querrían ejercer como tales.
La actual abulia cívica expresada, entre otras conductas, en la no inscripción en los registros electorales,no sólo de los jóvenes,tiene causa y explicación en la decepción que provoca el espectáculo que a diario ofrecen aquellos personajes supuestos " servidores " ciudadanos en pugna por el botín público. No hay lucha de ideas.
No será solución real la inscripción obligatoria en los registros electorales,también ha de serlo el sufragio, incluidos los chilenos en el exterior. También un sistema electoral democrático y proporcional. Ni aún así. Todo debe ir con mejores ejemplos y con una real formación política de todo ciudadano.
Los mejores en el poder. Los más calificados,los más éticos en los cargos de representación. Si de revolución se trata ésta ha de ser esencialmente ética.