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Es sabido que el coronavirus se puede contagiar en todos los rangos etarios de igual manera sin discriminar jóvenes o ancianos. Sin embargo, el gran riesgo de mortalidad está en los adultos mayores, quienes pueden tener 5 veces más posibilidades de morir que personas con otras edades, de acuerdo a estudios publicados en China y Europa. Esto ha llevado a una restricción total de la participación social de los adultos mayores debido a que las principales actividades en las que ellos participaban (grupos de adultos mayores, religiosos, deportivos, recreativos y visitas de familiares) han sido limitadas. Esta disminución de la interacción social podría generar un efecto emocional y consecuencias en la salud física de la población anciana, especialmente en aquellos que tienen más enfermedades y son catalogados como adultos mayores frágiles.

Por esta razón, es que en conjunto con un equipo de investigadores de España y de Brasil hemos desarrollado un artículo científico para poder saber cuál es el real impacto que ha generado el aislamiento social en la salud mental y física de los adultos mayores. Este articulo será publicado en una prestigiosa revista internacional: Journal of nutrition health & aging impact. Los principales resultados de nuestro estudio nos indican que la enfermedad ha provocado ansiedad, crisis de pánico, trastornos del sueño, depresión lo que podría agravar o aumentar la prevalencia de enfermedades como el alzheimer o la demencia senil. Por otro lado, también se ha generado una disminución significativa de la actividad física, que podría aumentar la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, obesidad, debilidad muscular y ósea en la población adulta mayor.

Todas estas consecuencias negativas para la salud de los adultos mayores pueden tener un impacto a mediano o largo plazo, el que podría ser evitado si se tomasen las medidas necesarias de prevención y acompañamiento familiar y profesional durante la cuarentena. Dentro de las estrategias que puedo recomendar para evitar estos efectos negativos y de acuerdo con la evidencia científica y las principales guías internacionales sugiero: 

1. Mantenerse activo mentalmente (leer libros, ver películas, hacer crucigramas y sopas de letras).
2. Mantenerse orientado en el tiempo y lugar (todos los días ver el horario y la fecha).
3. Mantener contacto emocional (llamar a los familiares y amigos diariamente).
4. Mantener la espiritualidad (por ejemplo, practicar la religión, compartiendo con los miembros de algún grupo utilizando redes sociales y/o viendo videos motivacionales).
5. Mantener la actividad física (realizar ejercicios físicos funcionales con las cosas de casa, caminata, marcha estática, parar y levantarse, elongamiento viendo videos o tutoriales en redes sociales o con un kinesiólogo por telerehabilitación).
6. Evitar el sedentarismo (cada una hora que se esté sentado o acostado luego hay que realizar alguna actividad).
7. Comer saludablemente y mantenerse hidratado.
8. Continuar tomando los medicamentos de forma ordenada.

Finalmente, es importante sugerir el uso de la tecnología de forma adecuada, no es recomendable que se consuman noticias todo el tiempo, ya que podrían deprimir y preocupar a los adultos mayores. En este sentido, se propone que tengan la mente ocupada con cosas positivas y si necesitan de alguna asistencia o cuidador, éste debe ayudarlos a realizar actividades como ejercicios físicos y estimular también la parte cognitiva con diversas acciones.

Es importante recalcar que, si se siguen las recomendaciones mencionadas, será posible evitar importantes alteraciones funcionales y de salud en los adultos mayores, que pueden llevar a un aumento en la prevalencia de enfermedades y gastos.

Si estás interesado en el tema puedes ver el siguiente video (elaborado con evidencia científica) en el cual se recomiendan ejercicios físicos para adultos mayores.