02_04_2018_ohiggins_0.jpg [10]

Durante la jornada de ayer  La Tercera [11], publicó la información sobre un exdiácono de la Iglesia Católica, que hasta 2017 trabajó como orientador del Colegio Don Bosco de Rancagua, quien fue formalizado durante el fin de semana por almacenamiento y distribución de pornografía infantil.

Según se señaló todo se supo cuando una antigua víctima de J.C.B.R. de 58 años, alertó a las autoridades por lo que se determinó iniciar un proceso de investigación en su contra.

De esta forma y luego de una orden de entrada y registro gestionada por el Ministerio Público y llevada a cabo por Carabineros, se incautaron dos teléfonos y un disco duro en los que se encontraron 708 archivos con fotografías de niños y adolescentes de índole sexual, detalló el mismo medio.

Además fue el propio denunciante quien advirtió a la Fiscalía Regional de O’Higgins que el acusado había sido expulsado del estado clerical e imposibilitado de continuar la carrera de sacerdote, tras un juicio canónico realizado en 1991. Medidas que le fueron impuestas al exdiácono debido a actos de connotación sexual que habría cometido en contra de cuatro menores de edad por esos años en la ciudad de Arica.

Cabe destacar que La Tercera señala que el resultado de aquel juicio canónico jamás fue remitido a la justicia, ni tampoco al colegio donde Barahona se desempeñó además como profesor.

REACCIÓN DEL COLEGIO

Radio Bíobio indicó que a través de un breve comunicado colgado en su página web, la dirección del Colegio Don Bosco indicó que “en virtud de noticias publicadas recientemente por medios de comunicación, como institución queremos informar que el señor Julio César Barahona Rosales no pertenece a nuestra comunidad educativa desde el año 2017″.

A raíz de las pruebas que presentó la Fiscalía se determinó que Barahona quedara en prisión preventiva mientras dure la indagatoria.

Los hechos informados son parte de un proceso judicial, por lo que los formalizados/imputados son inocentes hasta que un Tribunal pruebe lo contrario. "Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme" (Artículo 4 del Código Procesal Penal sobre la Presunción de inocencia [12]).