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El Rancahuaso estuvo tanto con los actores principales del evento del día martes, como con las autoridades de la región y de la Casa de Estudios que nos albergó. En este sentido, pudimos al igual que una avant premier, salir de la sala en cuestión y tener a disposición de nuestro medio ciudadano a: El Intendente, Héctor Leiva Polanco, al Rector de la Universidad de Rancagua, Claudio Urtubia, y al Director Ejecutivo del Centro de Alta Gestión Empresarial, Carlos Muñoz.
El Intendente, Héctor Leiva Polanco
¿Qué le pareció la exposición?
Muy interesante conocer lo que ha avanzado el país, pero también las debilidades y las situaciones que aún nos quedan pendientes. Creo que con el auditorio, (que estaba formado por emprendedores, estudiantes, profesores y empresarios) se fue permitiendo crear una voluntad, porque se habló de generar voluntades que vayan apuntando a enfrentar estas debilidades. En este sentido, hay que tener en cuenta algunos consejos que los veíamos desde el punto de la economía, y otros desde el espíritu de la formación como nos hablaba el obispo.
Según su opinión ¿cómo estuvieron los expositores?
Muy centrados en la temática en la cual se nos había convocado, y con dos visiones que en muchas cosas coincidían. En el sentido de la solidaridad, de buscar una economía que vaya siendo más equitativa, un desarrollo en que se considere a la persona humana como centro. Esta postura la complementamos tanto en lo que era la disertación de don Ricardo French Davis como después refundada en valores por el obispo.
Rector de la Universidad de Rancagua, Claudio Urtubia
La posibilidad de instalar discusiones sobre temas como éste, que no son cotidianos hoy en nuestra sociedad, es bueno y en ese sentido cumplir el rol de Universidad [6], de espacio para este tipo de discusiones está muy bien.
¿Cómo nació la iniciativa de realizar este foro?
Con los amigos del Centro de Alta Gestión [7], Carlos Muñoz, que es el organizador y convocador, es una persona muy inquieta por producir este tipo de conversaciones, desde una perspectiva más académica y a partir de eso nos aliamos para prestar espacio y ganas para armar esa discusión, que a la región le hace muy bien.
Director Ejecutivo del Centro de Alta Gestión Empresarial, Carlos Muñoz.
¿Cómo estuvo el primer día de exposición?
En estos cinco años que llevamos en Rancagua, normalmente tenemos una convocatoria muy grande de personas y nos alegramos que nuevamente nos siga acompañando la gente de Rancagua. Hoy hemos tenido a más de 150 personas aquí en la sala de la universidad y como Centro de Alta Gestión Empresarial creemos que estamos sumando un humilde grado de arena para contribuir a abrir el debate del desarrollo.
Consideramos que en nuestra región podemos hacer muchas cosas más en función de mejorar:
1 La identidad regional que tiene que ver mucho con lo que está haciendo El Rancahuaso.
2 Sumar esfuerzos entre distintitos actores, para crear lo que dice French Davis “encadenamientos”, no solamente productivos sino que también sociales y culturales.
Es fundamental que haya encadenamiento dentro de nuestra propia región, que se crean verdaderas sinergias productivas y de poderes, en la medida en que nos fortalezcamos, fortalezcamos nuestros encadenamientos y se va a generar una mayor identidad.
¿Sorpresivo el número de asistentes?
Para nosotros no, porque en general en otros eventos hemos tenido un promedio de asistencia de 200 o 300 personas. Creemos que haciendo un buen trabajo como lo hemos venido realizando durante años, vamos a poder seguir sumando y abriendo espacio.
¿Cómo encontró a los expositores?
Ambos son dos grandes hombres y tener el privilegio en Rancagua de estar compartiendo con un Monseñor Goic creo que pocas ciudades lo tiene, sobre todo porque él es Presidente de la Conferencia Episcopal, un hombre que luchó por los derechos humanos en Chile en períodos difíciles de nuestro país; creo que es un tremendo privilegio tenerlo.
Poder compartir con French Davis, uno de los economistas a nivel mundial, un chileno que destaca a nivel mundial y tenerlo en Rancagua creo que es un gran privilegio para los rancagüinos, no sólo para el Centro de Alta Gestión.