“Amigos de la Municipalidad de Rancagua” aquí les hago llegar algunas necesidades públicas que, si bien es cierto, han sido provocadas por algunos rancagüinos carentes de chips son requerimientos importantes que saltan a la vista. ¿No creen?
Titulo Exterior:
Desastre de Rancagua 2008
“Amigos de la Municipalidad de Rancagua” aquí les hago llegar algunas necesidades públicas que, si bien es cierto, han sido provocadas por algunos rancagüinos carentes de chips son requerimientos importantes que saltan a la vista. ¿No creen?
Rancagua, localidad ubicada muy cerquita de Santiago, tierra de una inolvidable batalla en el año 1814, cuyo nombre Desastre de Rancagua nos hizo pegar tantos recortes en nuestros cuadernos. Actualmente tenemos muchos otros recortes que coleccionar, basta seguir leyendo.
Rancagua, gran capital de la Provincia de Cachapoal y ciudad principal de la VI Región del Libertador General Bernardo OHiggins. ¡Qué gran nombre!
Tenemos las Grandes Tiendas, los Supermercados fenomenales, una linda Plaza, un glorioso Club Deportes OHiggins (con directivos archi-conocidos)… Contamos, también, con una Medialuna Monumental, con su correspondiente Champion . (Very, very good)
Su origen natural, sus tradiciones, sus campesinos, describen a Rancagua como una ciudad “huasa”. Huaso significa “Tosco, grosero”. Pero bueno, eso es harina de otro costal. Nuestros campesinos son representantes de la tierra, trabajadores incansables, sacrificados, luchadores.
Sigamos. Lo que nos eleva y ensalza es la existencia de la Mina subterránea más grande del mundo, donde muchos hombres entregan no sólo su sudor, sino muchas veces, han entregado su vida (
Ver Tragedia del Humo, día 04 de Abril, El Rancahuaso ). Léanlo, es emocionante.
Nuestra Catedral, Convento de la Merced, Intendencia, Gobernación, Municipalidad, Edificios Públicos, también nos enorgullecen, así como nos da verdadero gusto cuando desde la I. Municipalidad, al leer nuestras columnas, están llanos a colaborarnos. Tanto molestamos con el problema de la basura, y de pronto apareció gran cantidad de receptáculos para que muchos rancagüinos hagan el tremendo sacrificio de “ocuparlos”.
< style="text-align: justify;">Insistimos por la gran concentración de perros en Plaza de los Héroes y, al parecer ¿fuimos o estamos siendo escuchados?. Ya no se ve la veintena de perros ¿adónde se fueron?. Ojalá la I. Municipalidad y D. de Salud haga todos los intentos por evitar la concentración de canes que pululan en el centro más importante de nuestra ciudad. Estamos concientes que no somos un lugar pleno de turismo, pero tenemos algunas cositas. Lamentablemente, nuestra principal gracia que es la Plaza, debe luchar por no
permitir que los animales se tomen el césped, los asientos y alrededores, incluyendo Paseo Independencia.
Caminando por varios lugares, con mi camarita amiga, recopilé algunas cosillas que son muy fáciles de solucionar. Creo que le correspondería a la I. Municipalidad la tarea de arreglar estos llamativos problemas, para bien de los rancagüinos y de Rancagua, especialmente. Gánense otro porotito, “amigos de la Muni”… Nosotros acostumbramos a pedir, pero también sabemos agradecer públicamente.
¡Tanto daño innecesario!
¿Qué pasa con algunos ciudadanos que vibran rompiendo los bienes públicos, amontonan basuras, sueltan a sus perros para que salgan a hacer sus necesidades, justo en la puerta del vecino? Otros se despreocupan de los contenedores de basura de su sector, pegan escobazos para empujar la propia basura a la casa colindante. Por otra parte, ¿por qué no dejamos de pintarrajear paredes, pegar carteles publicitarios, romper paraderos de micros, adornar con mugre la calle Brasil e Independencia…
¿Por qué se demora tanto la construcción del edificio, ubicado en Germán Riesco con Freire, con su correspondiente grúa que, gracias al Divino, ha tenido tan buen desempeño?… Es que debido a la concentración de personas que, a cada momento, utilizan esa vía, hay que agradecer que no se ha “venido guarda abajo” la tremenda vasija que sube, baja, da vueltas y retorna a su lugar, acompañada del ruido estridente. ¿Cuánto faltará?