Para entender todo esto debemos saber, primeramente, que la electricidad es una fuerza y puede ser controlada, siempre que se tengan los conocimientos apropiados.
Como fuerza debe ser conducida por un camino, para ello están los alambres y cables eléctricos, los que poseen un plástico aislante, el cual es de diversos colores, dependiendo de la aplicación que se requiera.
Estos alambres, deben ser protegidos por los interruptores automáticos, cabe aclarar que los antiguos “tapones” están obsoletos, debido a la poca confiabilidad que poseen.
Los modernos automáticos protegen a la instalación eléctrica de cortocircuitos y sobrecargas de corriente. Los tenemos de muchas capacidades, depende mucho del cable o alambre de la instalación y de lo que se conecte en los enchufes.
Hay otras protecciones, esta vez resguardan la seguridad de las personas, para ello existen la puesta a tierra y los protectores diferenciales.
La puesta a tierra es un sistema que reduce el voltaje en caso que un aparato tenga una fuga de energía, reduciendo así el riesgo de electrocución. Todas las instalaciones eléctricas deben poseerlo.
El diferencial, es un aparato que desconecta el suministro eléctrico, en caso de tener una fuga de electricidad, ya sea porque se mojó un electrodoméstico, o un niño metió el dedo al enchufe, la plancha se dañó.
Es muy importante poseer este tipo de aparatos, para seguridad de los integrantes del hogar, inclusive pueden llegar a salvar vidas.
Cabe destacar que existen diversas marcas de aparatos eléctricos, en los que el precio va de la mano con la calidad, cosa que debemos tener en cuenta a la hora de hacer una reparación o ampliación en nuestra casa.
Para ello siempre es bueno consultar antes de comprar, asesorarnos de un buen técnico electricista o vendedor que les recomiende lo correcto para la envergadura del proyecto o reparación.
Me despido, hasta una nueva entrega, en que explicaré sobre los efectos de la electricidad en el cuerpo humano y como prevenir electrocuciones.