El senador Chadwick, quien había explorado la posibilidad de ser candidato por Coquimbo, en reemplazo de Evelyn Mathei quien había anunciado su idea de no postularse en 2013, y por razones casi de residencia, el senador Chadwick tenía muy buenas opciones allá.
Sin embargo, ante la salida inesperada de Mathei hacia el gabinete ministerial, se pensó trasladar a Ena von Baer a cuidar el cupo senatorial para Chadwick, mientras él la reemplazaba en el gabinete como vocero de gobierno, pero tanta renuncia de ministros y senadores era impresentable para Sebastián Piñera.
Luego el senador Chadwick buscó el ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, tras la inesperada renuncia de Felipe Morandé. Sin embargo, su primo, el Presidente de la República decidió no tenerlo como secretario de estado.
Después de todas estas intentonas de salir de la región, y ante el desorden que generó su no repostulación por la región de O’Higgins, donde los actuales diputados Ramón Barros y Alejandro García-Huidobro pretendían este cupo, por ende, una seguidilla de ascensiones políticas que responden más a ambiciones personalistas dentro de la UDI que de clamor ciudadano, como por ejemplo, Pamela Medina o Eduardo Soto a la diputación de Rancagua; el pasado viernes se vieron frustradas todas estas intenciones, cuando el senador Chadwick anunció su repostulación, convirtiéndose en compañero de lista de Cristián Monckeberg, de esta forma se esclarece la incógnita de la dupla de la Coalición por el Cambio a las elecciones senatoriales de 2013, que desde ya promete ser una de las elecciones más reñidas para la centroderecha en nuestra región.
Lo trágico, es que algunos seguidores de García-Huidobro que anhelaban llevarlo al Senado tendrán que conformarse con repetirse un sexto período legislativo como diputado por Rancagua, que aquellos que esperaban que el actual edil de Rancagua o la concejala Pamela Medina ascendieran a la Cámara Baja, tendrán que contentarse con seguir apoyando sus respectivas repostulaciones si lo deciden así, o buscar ocupar algún cargo de gobierno.
Algunos podrán acusar a Chadwick de no darle tiraje a la chimenea, de no permitir la renovación de rostros políticos en su partido hacia su cargo senatorial. Sin embargo, ajeno de concordar con eso, creo dos cosas: primero, las figuras políticas no se inventan… se logran, y nadie en la UDI está a la altura del actual senador Chadwick y segundo: ante este sistema binominal que asegura solo un senador para cada conglomerado político, se demuestra el temor de la UDI a perder el escaño ante el primer rival de peso por parte de sus aliados de Renovación Nacional, esta vez apoyados también por Chile Primero y los Movimientos de Acción Regional y Humanista Cristiano.