Fallece un humanista cristiano por excelencia.
Fallece un humanista cristiano por excelencia.
Estimados Amigos y amigasSoy
Jaime Mira Ripollés, sobrino, fui su lazarillo, chofer y barbero como el tio
Alejandro lo dijo cuando celebramos sus
80 años de vida.
Hoy no despedimos al tío Alejandro, sólo le decimos
buen viaje Tío y que disfrutes en algún lugar que Dios tiene reservado para ti junto a tu madre, tu padre, junto a tu hermano Rafael, tu hermana Payi, tus sobrinos que partieron muy jóvenes y a tanta gente que conociste en vida.
Seguramente te encontrarás con
don Eduardo Frei Montalva, el tío Bernardo Leyton, don Radomiro Tomic, tus camaradas y tantos otros que un día soñaron con un mundo mejor, de justicia, de respeto y de paz.
El tío Alejandro, sin eufemismos, fue una gran persona,
consecuente con sus ideas políticas, convencido profundamente de sus principios cristianos y el abogado de las personas mas desamparadas.
Esto ultimo le costó estar detenido bajo el régimen militar, por el solo hecho de defender a los sin voz, ante lo que el creía era una injusticia.
El Tío Alejandro fue un hombre justo.Para él la justicia partía principalmente por el respeto a los derechos de las personas, los derechos humanos y el respeto por el adversario.
Se jugó gran parte de su vida por los ideales en los que creía, y nunca renunció a aquellos principios.Siempre cuando he hablado del Tío Alejandro, decía:
el Tío Alejandro es una biblioteca ambulante. Lector por excelencia, culto, por sus estudios en el Seminario, hablaba latín fluidamente, o a cada pregunta que yo le hacía sobre una palabra,
él tenía la respuesta correcta.Su entretención a parte de la lectura, era reunirse en el
Club de Leones, o las reuniones en el partido de toda su vida, la
Democracia Cristiana , en el hogar de ancianos
San José de la Montaña o ver box por televisión, el tenis lo ponía nervioso y el fútbol se quedaba con el europeo.
Era difícil escuchar a mi tío decir no ante un petitorio, o un favor que le solicitaran, la única ves que le escuche un
no fuerte y decidido, fue cuando l
os chilenos tuvimos que votar y elegir entre un no un si. Ahí su respuesta fue un rotundo
no. El café era parte
importante en su vida y obviamente como todos sabemos: el cigarrillo.
Bueno así era el
tío Alejandro. Para decir en pocas palabras:
un hombre bueno, consecuente, justo, de fe profunda y fumador. Gracias tío por haber sido como fuiste.