Un interesante y extenso artículo en el que se da cuenta del “boom” inmobiliario que vive Machalí, apareció el Sábado recién pasado en el diario La Segunda. Una publicación que coincide con una reunión que el día Viernes tuvimos, por motivos particulares, con su Alcalde José Miguel Urrutia. Una entrevista en que de todas maneras y con el entusiasmo que lo caracteriza, el Alcalde se ocupó de informarnos a mí acompañante (quien está trasladando su domicilio desde La Serena a nuestra Región) y a mí, de todos los beneficios que representa vivir en “su” comuna.

Machalí es, según La Segunda, la quinta comuna con mayor crecimiento inmobiliario de nuestro País, y para cualquiera que la conociere y hoy la visite, queda claro su desarrollo es no sólo cuantitativo, sino además cualitativo. El “barrio alto” de Rancagua, es el concepto que utiliza en su titular el señalado periódico para referirse a Machalí, mismo que había escuchado el día anterior del Alcalde Urrutia, dándose a “barrio alto” la misma connotación que se le da en Santiago; es decir, un sector de desarrollo inmobiliario orientado a la vivienda y servicios, para familias de ingresos medios y medios – altos.

Una planificación bien pensada y desarrollada, que en la práctica y de hecho sí transformó a la comuna de Machalí en el “barrio alto” de Rancagua, pero sin que la propia comuna de Rancagua haya tenido incidencia alguna en tal planificación. Un tema que, seamos sinceros, ha afectado al municipio de la Capital Regional, causando incluso algún grado de resentimiento, sobre el cual en el breve plazo, debería reflejarse en una mucha mayor interacción entre ambos municipios, llegando idealmente en algún momento a concordar un plano regulador conjunto que permita a ambas comunas armonizar y complementar su desarrollo urbanístico, y así poder ofrecerse a los inversionistas como un “paquete”.

Y es que claramente, el tipo de desarrollos inmobiliarios que hoy ofrece Machalí, una especie de nuevo “Chicureo”, según declara el urbanista Iván Poduje en La Segunda, es sin duda el que cualquier comuna se querría. Casas que pagan altos permisos de construcción, allegarán recursos frescos a las arcas municipales. Nuevos “machalinos” con ingresos económicos medio - altos, que claramente no necesitarán de subsidios y que además con seguridad se encargarán ellos mismos de -en sus “barrios”- el diseño, la implementación y cuidado de áreas verdes, sistemas de seguridad, aseo y otros, y que además cancelarán los permisos de circulación de sus vehículos, patentes comerciales, profesionales, etc., hace esta comuna, llame la atención de la prensa nacional. Esperar en todo caso, Machalí siga siendo una comuna con características semi rurales, y mantenga su entorno, y no caiga en la tentación de empezar a construir en altura.

Y aún cuando en épocas pre electorales las epidermis se ponen más “sensibles”, reconociendo la instalación de condominios en Machalí viene de anteriores administraciones, nadie podrá cuestionar el felicite al Alcalde Urrutia y el actual Concejo Municipal, por ser quienes realmente le dieron una planificación estratégica al desarrollo de su comuna.

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