Una joven de Oklahoma trabajaba como reponedora y administradora de las redes sociales de una conocida marca de ropa en EE.UU. 

Como Community Manager de la marca, al tener un momento libre decidió probarse alguna de la ropa de la tienda y las subió a su Instagram para promocionar la marca. Su jeja no tardó en darse cuenta y le mandó un cruel correo electrónico que hizo renunciar a la joven. 

"Algo que quiero que te quede claro: Quiero a una chica de talla pequeña, el estereotipo de ‘modelo’ que se pruebe nuestras prendas. Por favor, usa las imágenes de nuestros modelos, si es que Stillwater no puede encontrar alguien así” decía el mail. 

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Tras este comentario de su jefa la dependienta decidió renunciar y publicó esta historia en Facebook. “Recientemente he sido atacada y discriminada por la dueña de Dainty Hooligan. Ella fue al Instagram de nuestra tienda y borró todas las imágenes en las que yo estaba modelando las prendas, luego envió ese mail a mi manager”. Tras viralizarse los hechos la joven recibió miles de mensajes de apoyo.