Las organizaciones no innovan. La gente innova. Personas inspiradas, gente fascinada, personas creativas y las personas comprometidas. Ahí es donde la innovación se hace, desde dentro hacia fuera. Frecuentemente, las organizaciones se enfrentan al mismo reto que las religiones. Los líderes religiosos pueden hablar apasionadamente sobre las virtudes de su congregación y cómo tienen que estar viviendo su religión, pero los sermones sólo el nombran del desafío y le recuerdan a la gente que vivan la experiencia - no necesariamente el cambio de comportamiento. El cambio viene de dentro del corazón y la mente de cada individuo. No se puede legislar o evangelizarlo a la realidad. Lo que se necesita en las organizaciones que aspiran a una cultura de la innovación, es un cambio interior.

La gente tiene que sentir algo dentro de sí mismos que la inicie y mantenga su esfuerzo de producir una innovación y cuando sientan este "algo" serán auto-sostenibles. Ellos pensarán sobre sus proyectos en la ducha, en su coche, y en sus sueños. Se necesita muy poco "gestión" desde el exterior. Desde dentro hacia fuera será la norma.... no de afuera hacia adentro. Motivación intrínseca florecerá. La gente no va a innovar porque se les dice, sino porque quieren. Cuando la gente se inspira, comparten un objetivo común, convincente y tienen el tiempo y el espacio para colaborar, los resultados son de auto-organización. Usted puede crear todos los sistemas de recompensa que desee. Usted puede reinventar su espacio de trabajo hasta que esté azul en la cara, pero al menos que cada persona en su organización tenga la necesidad de innovar y encuentra una manera de aprovechar su propia BRILLANTEZ innata, todo lo que va lograr es tener una mezcla de sistemas, procesos y los protocolos.

¿Quieres cambiar la cultura? ¿Quieres una cultura de la innovación? Fantástico. Entonces, encuentre una manera de ayudar a cada persona en su organización pensar de adentro hacia afuera. Profundamente considere cómo puede despertar, fomentar y desarrollar la necesidad primaria que tienen todas las personas de crear algo extraordinario.