Casi 20 mil familias de la región de O’Higgins sufrieron cortes de energía eléctrica a causa del robo de cables eléctricos durante el 2018, delito que ha venido en aumento en los últimos meses. 

De acuerdo a las cifras de CGE, el año pasado hubo 155 eventos de robo de conductores eléctricos, que afectaron a 19.901 clientes en la zona. A nivel nacional, la empresa registró 301 eventos con 98.297 clientes perjudicados por estos actos, entre Arica y Villarrica. 

Felipe Massardo, Gerente Zona Rancagua-Cachapoal, afirmó que esta situación “no solo implica molestias para la comunidad, las actividades productivas o la atención de los servicios básicos, sino que también puede provocar accidentes, incluso mortales, para quienes se arriesgan a cometer este delito”. 

Más aun, recordó que en casos extremos las reparaciones pueden tardar varias horas debido al trabajo que implica identificar el punto de corte y determinar el nivel de daños, para luego destinar las brigadas necesarias para la reposición de la infraestructura y del suministro. 

Como se trata de un problema que abarca más allá de las distribuidoras eléctricas, CGE está en permanente contacto con las autoridades y participa activamente en la Mesa Regional de Robos de Cables de O’Higgins, entidad público-privada cuyo objetivo es abordar esta situación en forma conjunta con otras empresas, policías, fiscalía y el gobierno, con el fin de disminuir las cifras de este delito.