La Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, que acoge a representantes de casi 200 países, se desarrolla en un momento crítico para el mundo. En el contexto de amenazas terroristas, el conflicto en Ucrania, la crisis del ébola y el cambio climático, fueel grupo radical ISIS,  quien se tranformó en el centro de la pauta de este encuentro.

Estados Unidos, en la voz del Presidente Barack Obama, asumió un tono de liderazgo ante la ONU, pero recalcando que no actúa solo y que sigue buscando apoyo para su campaña antiterrorista. Mientras tanto,  desde Argelia la noticia de una nueva decapitación, esta vez de un francés secuestrado por un grupo vinculado a ISIS, devasta a la comunidad internacional.

Francia fue el primer país en comprometer ayuda militar en los bombardeos contra ISIS en Irak. Es parte activa de la coalición que lidera Washington y se ha convertido en el tercer país en lamentar la muerte de uno de sus ciudadanos.

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