A raíz de los casos que han sacudido la clase política chilena ¿cuál es su visión al respecto?

Primero hay que establecer que esta crisis no es solo de ahora, se han descubierto casos de boletas ideológicamente falsas incluso de elecciones 2009. Antes de 2004 incluso no había ley de gasto electoral por lo que no parecería atrevido pensar en cómo ocurría esto sin control antes. Esta crisis se genera en la élite no en la clase política ni en la actividad política en sí, por lo que es malo siempre generalizar. Al menos la línea que ha tomado el gobierno de un tiempo a esta parte va en la dirección correcta para corregir estos casos e impedir que ocurra que el mundo privado se mezcle con algunos políticos para hacer negocios. La política y el empresariado tienen sus áreas de acción bien separadas y se precisa de una legislación que las distinga bien y que evite nuevas mezclas.

¿Cómo visualiza el malestar social con la clase política?

Como dije, es malo generalizar, lamentablemente los medios de prensa han hecho de esto una cacería de brujas lo que no ayuda en nada a la investigación que lleva a cabo el Ministerio Público y que poco hace por mejorar la visión ciudadana al respecto, nos deja, a los líderes políticos, esta tarea de recuperar la confianza de la ciudadanía y para ello, los más jóvenes somos los responsables de tomar este llamado de la gente y ganar espacios para representar a la ciudadanía. Son los que llevan apernados muchos años, algunos incluso décadas, los que se acostumbran al poder y terminan cometiendo este tipo de actos en la delgada línea entre la legalidad y la ética.

¿Considera que esta crisis afectará en la participación ciudadana de las próximas elecciones municipales?

Si no se hace nada por corregir esto, si se deja la tierra bajo la alfombra, evidentemente que la participación ciudadana en octubre de 2016 será de menos del 30% de los votantes, lo cual generaría una gran crisis de legitimidad de las instituciones políticas. Sin embargo, el camino que ha tomado el gobierno de la Presidenta Bachelet va en la dirección correcta para evitar nuevos episodios de esta naturaleza. Sin embargo, esto debe ir unido a la rápida renovación de las cúpulas, la ciudadanía debe entender que no es culpa de todos, sino solo de algunos y a ellos es a quienes debe castigar con su voto en las próximas elecciones.

¿Cómo ve la posibilidad de una Asamblea Constituyente para resolver la crisis?

La Asamblea Constituyente es lejos la mejor salida a la crisis, un nuevo marco legal para el país, alejado de los vicios que nos legó la Dictadura de Pinochet, donde la ciudadanía participe activamente en la toma de decisiones de ésta es indispensable para recuperar la confianza ciudadana. El gobierno ha anunciado un proceso constituyente, pero deja algo de duda de cómo será el proceso. Si la ciudadanía exige con mayor presión, creo que terminaremos en una Asamblea, pero para eso también se debe comprender que es el Poder Legislativo quien debe modificar la actual Constitución de Jaime Guzmán para permitirle a la Presidenta convocar la Asamblea, y para ello es hora que la ciudadanía se movilice hacia el Congreso y exija a quienes ocupan un espacio en su representación que permita este camino. Es hora que los chilenos tengan la oportunidad de decidir cómo gobernarse, eso se llama “autodeterminación” y ese es el principal rasgo de la democracia, que en Chile, nunca hemos tenido.