Opinión: Visiones ciudadanas de la gestión energética

Opinión: Visiones ciudadanas de la gestión energética

04 Noviembre 2016

Toda nación emergente y Chile no escapa a la regla, tiene como objetivo fundamental desarrollarse, pero hacerlo sin las condiciones adecuadas a cualquier costo y sin sustentabilidad territorial, irremediablemente genera destrucción y pobreza.

Andrés Gillmore >
authenticated user

Es indudable que desde la visión ciudadana existen grandes contra pesos con el área empresarial, la parlamentaria y la gubernamental, existiendo intereses y formas de apreciar la realidad, que difícilmente se hacen de un mismo objetivo. Realidad que queda muy clara cuando llega la hora de decidir las políticas y las estrategias de desarrollo. Cuando desde la visión empresarial, gubernamental y política se habla de lo bien que se esta haciendo, desde el mundo ciudadano poco se entiende el porqué se llega a esa conclusión. Lo que si se manifiesta rotundamente con esta realidad, es que los intereses ciudadanos que a fin de cuentas son los que deberían importar y permiten que los otros intereses sobrevivan, son los que menos pesan a la hora de evaluar y decidir. Por eso estamos como estamos, inmersos en una de las crisis más profundas de representación de la historia de Chile.

Hace unos días Máximo Pacheco Matte el afamado ex ministro de energía de la NM, literalmente se escapó del gobierno un par de días antes de las elecciones municipales; al parecer sabía lo que se venía y no quería perder el prestigio ganado y recibió el instructivo de salir raudamente y ponerse a buen recaudo. Recaló minutos después en el aeropuerto Arturo Merino Benítez, en un punto de prensa del candidato a la Moneda, Ricardo Lagos Escobar. Donde se informó que el ex ministro Pacheco a partir de ese momento se transformaba en jefe de campaña del ex Pdte y nadie entendió nada.

Medios del duopolio como el Mercurio, La Tercera y La Segunda hablaron de la salida del mejor ministro del gobierno de Michelle Bachelet y del terrible golpe a su gestión, evaluando el desempeño del ex ministro como impecable. Que gracias a su excelente gestión, Chile había podido darle la vuelta al tema energético y dado empuje a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) y que la crisis energética había sido subyugada. Cuando en verdad nunca ha habido crisis energética y todo fue una invención de las transnacionales energéticas, que aliados con los políticos nos quisieron vender la crisis, para justificar proyectos energéticos mal evaluados como HidroAysén, Alto Maipo y Central Río Cuervo entre otros. La crisis de verdad ha sido del modelo energético de la gran mega minería, que no ha tenido la capacidad de independizarse del SIC (Servicio Interconectado Central) Tanto es así, que desde hace unos meses estamos exportando energía a Argentina y la idea en el futuro es hacerlo también a Perú, si todo les sale bien y lo que proyectó el ex ministro se consolida. 

Máximo Pacheco llegó al gobierno de la NM no como representante de la ciudadanía y del gobierno ante los empresarios; si de los intereses del Grupo Luksic en el gobierno y defender a como de lugar los intereses de este grupo económico. Tanto fue así, que no dudo en hacer la vista gorda ante el mega proyecto energético de Alto Maipo, donde uno de sus propietarios es el grupo Luksic y que hasta el día de hoy, este proyecto no cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental serio, profesional y realista. Tampoco tuvo reparos en visitar las comisiones del senado de Hacienda, Energía y Minería, para influenciar las comisiones para que disminuyeran el porcentaje exigido como obligatorio de ERNC de la ley del 30 % al 20 % en los llamados “Polos de Desarrollo Energético”, que no son más que las tristemente conocidas Zonas de Sacrificio del pasado, con fueron denominadas las regiones. 

El mismo ex ministro a comienzos de su gestión, contrató a Pablo Longueira, como asesor directo de su cartera, para que supuestamente lo ayudará a sacar adelante la agenda energética del Gobierno y todos nos dimos cuenta que ese acto, fue un descarado guiño de complacencia a las transnacionales energéticas con intereses en Chile, con el mensaje que no se preocuparan, que una cosa era lo que decía y otra muy distinta lo que se hacía.

Luego de la salida de la cartera energética, nos enteramos por los medios alternativos, que el ex ministro contrato una empresa de asesorías usando dineros del Estado, para mejorar su imagen y proyectara su nombre políticamente y que muchos de esos millones fueron a parar a medios del duopolio, que por ciertos momentos lo catapultaron como posible candidato a la presidencia. A eso debemos sumarle la ley que dejó en carpeta en el ministerio de energía, que según lo previsto antes del fin del mandato tiene que estar aprobada, que denominó como “Ley de Asociatividad”. Que permitiría a las grandes transnacionales, asociarse con los municipios para intervenir sus territorios con mega proyectos energéticos y dejar en segundo plano los molestos Estudios de Impactos Ambientales (EIA) y como ellos dicen, democratizar la intervención. Todo esto teniendo en vista la aprobación del TPP (Tratado TransPacífico) que el gobierno de la NM y muy especialmente tanto apoya la Pdta Bachelet. Que permitiría a las transnacionales omitan los tribunales chilenos y pasar a jurisdicción internacional. Produciendo una tremenda pérdida de soberanía.

La política del ministerio de energía a pesar de tener una imagen de sustentabilidad renovable y que nos hizo creer que los tiempos de intervenir ríos con diques para producir energía estaban desechados por completo. No es tan así como pensamos. Máximo Pacheco llegó a la cartera teniendo como objetivo básico de su gestión, la intervención de los ríos del centro sur austral de Chile y eso se ha estado llevando adelante soterradamente con la complicidad del gobierno y de los medios del duopolio.

Desde la salida del ex ministro han empezado a transparentarse informaciones en pequeñas dosis mediáticas, preparando el terreno para que la intención de construir represas se vaya absorbiendo y consolidando como un hecho en pequeñas píldoras y que los contrarios no esten acechando constantemente, dándonos a entender que proyectos como HidroAysén nunca han estado muertos. Solo han estado esperando mejores condiciones para resurgir; pero esta vez con estrategias de sustentación democráticas y con sustento social (Ley de asociatividad) que explicaría la rauda salida del ex Ministro del gobierno; precisamente para no alterar su imagen y no enfrentar la realidad de su verdadero legado. Escabulléndose antes de quedar en evidencia y lavarse las manos de lo que quedará en evidencia.

Toda nación emergente y Chile no escapa a la regla, tiene como objetivo fundamental desarrollarse, pero hacerlo sin las condiciones adecuadas a cualquier costo y sin sustentabilidad territorial, irremediablemente genera destrucción y pobreza, que termina enconándose en la estructura social. La única manera de salir adelante con perspectiva de futuro, es actuar con transparencia en la información al evaluar los proyectos y las estrategias de desarrollo, que es lo que a fin de cuentas permitirá la estabilidad y la consolidación de los procesos políticos y democráticos, con dinámicas integradoras, con respeto hacia los territorios y sus comunidades, entendiendo sus diferenciaciones y fortaleciendo sus debilidades.

Contenidos que pueden interesarte

No existen contenidos para esta sección.