José Maria Caro: El primer Cardenal de Chile nació en Pichilemu

José Maria Caro: El primer Cardenal de Chile nació en Pichilemu

08 Agosto 2011

¿Que fuerzas desconocidas son las que llevan a una persona a alcanzar, en forma rápida y sorpresiva, sitiales por los cuales otros batallan por largos años?

Mauricio Verón >
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Por años me intrigó conocer que fuerzas se habían alineado para permitir que José María Caro, un niño nacido en el secano costero, llegase a ser nombrado el primer Cardenal chileno. Luego accedí a información que hablaba de un sacerdote que, por razones de descanso compró una propiedad en Cahuil. Se le solicitó, por parte de los campesinos de la zona que cantara misa y los asistiera en lo espiritual. El pidió un monaguillo y se relacionó con José María. Posteriormente le facilitó que fuera ordenado y que llegara a Roma a continuar sus estudios. La puerta se había abierto.

Esta historia – relatada en forma imprecisa y rápida – confirma esa regla que señala lo importante de estar en el lugar adecuado y en el momento preciso. También de estar inserto en la red apropiada.

El novel diputado por Rancagua – recién designado – se torna otro ejemplo en este paradigma. Por lo comentado – en forma pública y privada – por personas ligadas al mundo de la UDI, Issa Kort no tienen tradición partidaria excepto una limitada participación en su comuna; “no tiene calle”, ya que no ha sido candidato a cargo de lección popular ni en Rancagua ni en su comuna; producto de lo anterior, carece de legitimidad ante las personas - la mayor parte de los parlamentarios tienen años de puerta a puerta, han sido concejales, alcaldes o candidatos que han perdido -. Su participación en el “servicio público” se limita a los meses que lleva a cargo de la Seremi de Cultura. En rigor, la historia de su “carrera política” está siendo meteórica.

No estoy cuestionando – aunque no me gusta – la posibilidad de tener parlamentarios “designados”. Son las reglas de juego y hay que jugar con ellas mientras estén vigentes. Tampoco la autonomía que tiene la UDI para designar a quien les plazca en este tipo de reemplazos. La reflexión de fondo es más pedestre: es confirmar la fortaleza del adagio que nos explica que “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Queda de manifiesto que Issa Kort en política – al interior de la UDI – cuenta con un árbol frondoso.

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