El mundo antes de las elecciones

El mundo antes de las elecciones

24 Septiembre 2013

Estamos ad portas de un proceso eleccionario y se asoman entonces las mejores costumbres de los candidatos y políticos de siempre, la “demagogia”.

Ricardo Aguilar >
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Vemos como la derecha trata de reivindicarse, pidiéndolo los “perdones” que nadie puede creer. Distinto hubiese sido el panorama de disculparse en 1990 o 1991, y haber condenado entonces los actos cometidos por el gobierno militar que, por lo demás, hay algunos que fueron parte de dichos atropellos y que hoy quieren pasar por blancas palomas. A 40 años del golpe, no sirven estas disculpas que lo único que buscan es una clara adhesión de aquellos ciudadanos que no teniendo una tendencia marcada en política, nunca estuvieron de acuerdo con lo que ocurrió durante el período oscuro de Chile.

Es más, incluso los “perdones” comienzan tras una Encuesta CEP que da como resultados que el 64% de los chilenos cree que nunca debió haber el Golpe Militar. Es a raíz de dichos sondeos que estas personas creen que pidiendo “perdón” van a borrar el daño que le causaron a la sociedad chilena.

Tenemos por otro lado, una montonera de Senadores, de oposición y de gobierno, que después de 23 años de democracia, bien acomodados con el sistema binominal, salen hoy a decir: “hagamos un acuerdo nacional para cambiarlo”, queriendo decir “ven que nosotros si trabajamos y sí escuchamos al pueblo”, quitándole todo mérito a los presidenciables, no solo a mi candidata, sino de todos los demás candidatos (que no representan al gobierno) que han propuesto cambios al sistema, porque ellos sí que han escuchado a la ciudadanía, pero decir que después de 23 años se lavaron las orejas y recién están comprendiendo el clamor popular, es de una demagogia absoluta.

Este es el mundo pre-elección, veremos como candidatos a senadores y hasta consejeros regionales son personas que prometerán mucho, pero la ciudadanía tiene ahora la posibilidad de decir “basta a aquellos que ya prometieron y no pasó nada… veamos qué pasa con promesas nuevas”.

Tanto la Nueva Mayoría como la Alianza, así también el Partido Progresista, han presentado nóminas de candidaturas donde se aprecia por primera vez un aumento considerable de juventud optando a cargos públicos. Una clara señal de los partidos hacia la renovación, pero esperemos que ellos puedan lograr ocupar los cargos públicos de elección democrática para re-vitalizar el aparto estatal, pero que a la vez, no caigan en el juego de la demagogia.

No solo es maricón el que golpea a una mujer, sino también el que no cumple su palabra. Cuídense candidatos de no caer en esta categoría porque de ello depende el futuro de nuestro país.