A 45 de la nacionalización, acabar con la Ley Reservada del Cobre y las pensiones de privilegio

A 45 de la nacionalización, acabar con la Ley Reservada del Cobre y las pensiones de privilegio

13 Julio 2016

Recordemos que en aquella época todos los empleados públicos y muchos privados en sus cajas podían jubilar a los 50 años o con treinta de trabajo con un promedio cercano al 90% de sus salarios.

Esteban Valenzu... >
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La calle y los escándalos se han convertido en los grandes transformadores del Chile desigual y discriminador, sobre todo cuando la judicatura y las "instituciones" actúan proactivas.

Las conclusiones de la Comisión Engel en probidad para sacar las empresas del financiamiento de la política fueron posible con la visibilidad de las tramas Penta y SQM, entre otras.

Ahora que conocemos los escándalos de los 200 funcionarios altos de Gendarmería que se arreglan enormes pensiones, de militares que gastan millones de los fondos reservados del cobre en el casino Monticcelo, y de la riqueza súbita del comandante Fuente-alba en el Ejército, vale la pena recordar ese gran 11 de julio de 1973 en que el Congreso en forma unánime apoya la nacionalización de la gran minería del Cobre y Allende hace su discurso en Rancagua.

Hoy el ex Presidente pondría suma urgencia a terminar con la ley reservada y a eliminar las pensiones privilegiadas de los uniformados.

Recordemos que en aquella época todos los empleados públicos y muchos privados en sus cajas podían jubilar a los 50 años o con treinta de trabajo con un promedio cercano al 90% de sus salarios, pero en tiempos de esperanza de vida de 67 y no de 80 como hoy, con cotizaciones previsionales del 20% del sueldo y no 14, y sin AFPs y uniformados que han mantenido ese siitema aunque el resto debe esperar obtener un 35% de pensión a los 65 años.

La historia pervive, y el tono de Allende perviviría hoy:

Pueblo de Chile, Pueblo de Rancagua:

Hoy es el Día de la Dignidad Nacional, y es también el Día de la Solidaridad. Es el Día de la Dignidad, porque Chile rompe con el pasado. Se yergue con fe en el futuro y empieza el camino definitivo de su independencia económica, que significará su plena independencia política. Por eso, nada más significativo que el que haya escogido para hablarle a la Patria, como Presidente de ella, Rancagua, la Plaza de los Hérores. Aquí se sienten el ayer y el pasado, el heroísmo de los que lucharon y sacrificaron sus vidas para darnos perfil y contenido de pueblo. Aquí está presente la imagen de O'Higgins, y aquí podemos decirle al Padre de la Patria que somos sus legítimos herederos, y que es el pubelo el que gana esta batalla, la batalla de la independencia y de la dignidad nacional.

Es el Día de la Solidaridad, porque Chile ha sido castigado por la fuerza de la naturaleza. Hace poco, temporales, lluvias implacables, el frío y el peso de la nieve, golpearon las casas, las industrias, destruyeron parte de las instalaciones de los trabajos agrícolas. Y ahora, hace pocas horas, minutos por así decirlo, tres provincias: Valparaíso, Aconcagua, en el departamento de Petorca, y Coquimbo, en el de Illapel, han sido sacudidas violentamente por un sismo que ha significado dolor, miseria y sufrimiento para cientos y miles de nuestros compatriotas. En este día, que debió haber sido de plena alegría, el pesar y la congoja viven sus horas largas en los hogares de miles y miles de chilenos. Ochenta y dos muertos, ciento ochenta y dos lesionados graves, ochenta menos graves y ciento ochenta y cinco lesionados leves es el reguero de pesar que deja el sismo. Sin embargo, hay algo más que, por cierto, no puede comprarse con las vidas perdidas, y los hombres y mujeres que podrán quedar inválidos y que tendrán, muchos de ellos, aunque heridos no muy graves, largos días para poder reincorporarse a sus hogares y a la producción.

Estas provincias han sido azotadas en el campo, en la industria, en los servicios públicos fundamentales. En el caso, por ejemplo, de Valparaíso, las industrias textiles fundamentales, y un número crecido de industrias pequeñas y medianas, no podrán seguir trabajando de inmediato. Ello significa amenaza de cesantía e inquietud para muchos hogares. De la misma manera ocurre en el departamento de Petorca y en Illapel. También hemos sufrido serios daños en a planta de ENAMI, en Las Ventanas; en el puerto de San Antonio; en la ENAP de Concon y, en cuanto a los servicios públicos, el daño es muy crecido en los hospitales; 19 de ellos están inservibles fundamentalmente los de Combarbalá, Illapel, Melipilla y Casablanca.

Un somero estudio nos indica que debemos invertir más de nueve millones de escudos para reparar los hospitales y los consultorios. También hay que señalar la destrucción de un número crecido de oficinas públicas, y no menos de cuarenta comisarías y retenes de carabineros.

Quiero señalar la magnitud del sismo diciéndoles a ustedes que en la Provincia de Coquimbo el 30 por ciento de las viviendas están dañadas. En Aconcagua, el 40 por ciento, en el departamento de Petorca. En Santiago, el cuatro. En Valparaíso y Viña, el 32 por ciento. Un dato más preciso nos hace ver que en Illapel hay 718 casas que no pueden ser habitadas y 298 semidestruídas. Es por eso que este día, que es el Día de la Dignidad, tiene que ser el Día de la Solidaridad, y aquellas provincia y aquellos hombres y mujeres de Chile que fueron azotados por el viento, por la lluvia y por la nieve, tendrán que tener coraje como el resto de nuestros compañeros como el resto de los ciudadanos, para levantarse y estar junto a las provincias azotadas por el terremoto. Así Chile demostrará su entereza y la voluntad del pueblo.

(APLAUSOS)


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