Del éxtasis de la victoria por las dos copas América conseguidas al dolor de la derrota. Los niños que nacieron después de la década de los 90 están acostumbrados a ver a otra selección. Una que gana, gusta y golea. Por tal motivo cuando la "roja" pierde el dolor se hace presente con mucha fuerza.

El fanatismo en su máxima expresión. Este pequeño fan de la selección chilena sufrió al ver al equipo de Pizzi ser vapuleado en la altura de Quito. 

No pudo esconder su dolor tras los tres goles de diferencia. No obstante, su madre lo dejó más calmado explicándole que en el fútbol se gana y se pierde. 

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