Incentivando la lectura, un buen regalo para esta navidad.

Incentivando la lectura, un buen regalo para esta navidad.

18 Diciembre 2014

Debemos acercar a los niños a la lectura, ser partícipes de este encuentro, evitemos disponer los libros en altas estanterías y dejémoslos a la altura de quienes más lo necesitan.

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La lectura de textos es una acción que ya no es muy valorada en estos tiempos, sabemos que despertar este placer y hábito, es algo que se inicia desde muy temprana edad, lo cual para muchos es algo asumido de antemano.  Hoy ni siquiera nos detenemos a tomar en cuenta cuando los niños o niñas son capaces de leer una etiqueta de algún alimento.  

¿Este logro a quien hay que otorgárselo?, aquel momento en el cual se puede hacer una conexión entre significado y la palabra escrita es algo casi indescriptible, el comprender, el entender lo que quiere decir.   Hemos perdido la capacidad de asombro frente al fenómeno del proceso lector, no nos impresiona que nuestro hijo pueda leer, pueda escribir, pasamos por afuera de su habitación y no prestamos atención que ahora ya no necesita emitir la palabra, pues se encuentra leyendo en silencio.

Es por esta razón que debemos acercar a los niños a la lectura, ser partícipes de este encuentro, evitemos disponer los libros en altas estanterías y dejémoslos a la altura de quienes más lo necesitan.  El escritor premio nobel Mario Vargas, dijo una vez lo siguiente: “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado. Casi 70 años después recuerdo con nitidez esa magia de traducir las palabras en imágenes".

Dejemos de lado las Tablets o smartphone como regalo de navidad, busquemos que el futuro de nuestro país conozca el encanto de la imaginación propia y el desarrollo de la creatividad.  Muchos dicen, “si le regalo un libro a mi hijo, me lo tiraría por la cabeza”, por esta razón desarrollemos este hábito desde niños, un cuento antes de dormir no sólo impulsa la comprensión lectora, sino que también establece vínculos entre los padres e hijos.

Olvidemos esa frase tan errada que dice, “para qué lo voy a comprar, si está en internet”, con esto nos engaños a nosotros mismos, los niños son curiosos, al abrir las páginas de un libro pueden avanzar o retroceder a su antojo, se acercan de manera tangible, ellos conocen también a través de sus manos.  Unamos a los docentes en este proceso, también seamos nostálgicos y reconozcamos a los profesores que con infinita paciencia nos enseñaron el bello camino de la lectura y no demos esta batalla por perdida.

 

María José García

Directora Centro de Aprendizaje

Santo Tomás Rancagua